En los últimos días tanto el Concello como desde la Consellería de Cultura mostraron interés en la conservación de los restos de la mámoa de Goiás, después de que se detectara que había sido movida recientemente. Precisamente está previsto que desde la Dirección Xeral de Patrimonio se desplacen técnicos para evaluar el estado actual de los restos arqueológicos.
Pero, además, en las últimas jornadas también se ha llevado un encuentro con los propietarios de la parcela para abordar lo acontecido y buscar alternativas para la conservación de la mámoa. Los actuales dueños de la finca, adquirida hace a penas un par de meses, alegan que desconocían lo singular de esta piedra. Una particularidad que pasa desapercibida a simple a vista para quien no tenga cierto conocimiento de arqueología, tal y como explican distintos expertos en la materia. Los propietarios aducen que al adquirir la parcela no fueron informados de los restos arqueológicos que se ubicaban en la misma. Una información que tampoco figuraba en la documentación manejada por el Catastro o la Oficina Agraria.
Los propietarios de la finca mostraron su buena disposición inicial para preservar los restos. Si bien, al estar catalogados, su destrucción podría acarrear sanciones. En todo caso, llegaron incluso a plantear distintas alternativas, como la colocación de la losa, junto a otros restos hallados en la zona, en una parte de la parcela próxima al vial de acceso para que puedan visitarse. También plantearon devolver la piedra a la posición que tenía en los últimos años, aunque cabe destacar que ésta ya no era la posición original de la piedra. Respaldaron, asimismo, su traslado a otra ubicación con el fin de preservarla como el señalado Pazo de Liñares, ubicación defendida por expertos y desde el Concello. Comprometiéndose a colaborar en la medida de lo posible.
