Hoy finaliza el plazo de matrícula para los cursos que este año vuelve a ofertar el colectivo Máisquedanza. Una de las novedades de esta edición es que Marta Maceira Ansedes releva al frente de las clases a la coreógrafa Sonia Míguez, obligada a dejarlo por motivos personales. Maceira es una apasionada de la danza que ve ahora cumplido su sueño de estar al frente de un colectivo con cada vez más tirón en la comarca dezana.
-¿Desde cuándo tiene claro que lo suyo es la danza?
-Desde pequeña siempre me gustó bailar. Fue algo que decidí sin más porque me gusta más dedicarme a esto que seguirme formando en otros campos. Lo de sustituir a Sonia Míguez fue algo muy improvisado, pero a mi siempre me gusta coreografiar. Al principio, mi compañera Yoli y yo pensamos que se nos hacía mucho porque tenemos casi 200 alumnos a nuestro cargo repartidos en 13 grupos en Silleda, Lalín, Prado y Rodeiro. Estamos pensando en hablar con las asociaciones de padres para abrirnos a los distintos colegios de la zona.
-¿Cómo ha ido la matriculación para este curso ya iniciado?
-Bien. De todas formas, hay algunos menos alumnos del año pasado, pero es lo de siempre: El conservatorio que coincide con las clases, los horarios de los colegios y las distintas actividades extraescolares hace complicado que se puedan compaginar con la danza. En cualquier caso, calculamos que este año rondaremos los 170 alumnos en el curso que ya ha comenzado, por cierto, recientemente.
-¿Qué espera de esta experiencia como coreógrafa?
-La verdad es que ya llevo dos años dando clase en Máisquedanza, pero para dirigir todo con Yoli te da un poco de respeto. Aparte de coreografiar una clase, te tienes que dedicar a preparar eventos y exhibiciones, que tienen mucho más trabajo detrás. Las dos vamos con fuerza, que es lo que tenemos que transmitir a los alumnos.
-¿Dónde radica el éxito de la asociación Máisquedanza?
-Queremos que todo aquel que le guste bailar pueda venir a clase sin tener que saber bailar. Y si sabes bailar, vamos a enseñarte un poco más. Se trata de que sea asequible para todo el mundo. En las clases fomentamos el respeto entre compañeros, la disciplina, el compromiso y, sobre todo, la pasión que tenemos por todo esto.
-¿El bailarín nace o se hace?
-Se nace con la vocación. El bailarín tiene que trabajar. Para ser bailarín tienes que ser un artista completo porque debes hacer de todo. Aunque el clásico sea la base, necesitas conocer todos los estilos y nunca te acabas de formar. Conoces músculos que no sabías que tenías y, al final, te duele todo.
-¿Se superan los estereotipos sexistas que existen en la danza?
-A nosotros nos parece denigrante. Este año vemos que hay mejoría en cuanto a la presencia de chicos.
