Los continuos ataques a rebaños de ovejas registrados en los últimos días en parcelas cerradas de la periferia del casco urbano de A Estrada están suscitando una creciente inquietud vecinal. Como ya avanzó ayer FARO, a los incidentes de Figueiroa y Ouzande cabe sumar un nuevo ataque nocturno acontecido en el salido de una casa localizada en la carretera de la playa fluvial.

Según su dueña, Mari Carmen Louzao, los asaltantes rompieron el alambre del cierre y, ya dentro, masacraron a 5 ovejas. Cuando sus dueños las vieron desperdigadas, dos ya estaban muertas y tres, malheridas por importantes heridas en el cuello. Tendrán que sacrificarlas. Agentes de Medio Ambiente lo comprobaron ayer y se reafirmaron en sus sospechas de los últimos ataques comparten autoría. La afectada presentará denuncia. Más allá de la indemnización que le corresponda, señaló que le aterroriza pensar que puedan volver los cánidos, dado que tiene un nieto de 3 años y teme por su integridad.