Afectados por la venta de pisos embargados de la promotora lalinense Construsilva accedieron ayer a la oficina principal de Abanca de la calle Matemático Rodríguez para plantearle su problema en primera persona a su director. Con esta concentración ante la sucursal las en torno a 40 personas que participaron en esta protesta pretendían obtener explicaciones sobre por qué entonces las entidades Caixa Galicia y Caixanova habrían mantenido créditos a la ahora promotora concursada sin que esta realizase amortizaciones de deuda con el dinero que los afectados le aportaban a Construsilva por la compra de sus viviendas.

La dirección de la sucursal accedió a que todos los presentes entrasen en la oficina -en la que ayer había personal de seguridad de una empresa privada- poco después de la una de la tarde. Allí, según informaron representantes de los afectados, el trabajador les indicó que este proceso estaba judicializado y que habría que esperar por las conclusiones de una vista que tendrá lugar mañana en el Juzgado lo Mercantil Número 1 de Pontevedra. Fuentes de Abanca confirmaron que la reunión en la sucursal se desarrolló sin incidencias. Pero el banco sí discrepa del escrito del fiscal el que lo acusa de actuar en connivencia con la promotora. En este sentido señalan que lo que se juzga es un concurso y que en ningún caso pudo existir dicha connivencia con la empresa una vez que ésta realizó operaciones con Caixa Galicia y Caixanova años atrás. "Estamos hablando de dos entidades financieras distintas, que cada una funcionaba por su lado y tenía sus intereses. No se puede hablar de una acción conjunta", resaltan fuentes de la entidad crediticia resultante, años más tarde, de la fusión de las dos principales entidades de ahorro gallegas. "Trataremos de acreditar que -el escrito de la fiscalía- no es acertado", arguyen desde Abanca.

Mientras, los vecinos prosiguen con sus movilizaciones y esta tarde está previsto que se reúnan en el edificio de la calle C. El inmueble es ahora propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) y sobre el mismo pesa una hipoteca de 2,6 millones de euros. El inmueble, comercializado, tiene hogares con hipotecas por el triple de su valor, con más de una treintena de familias que realizaron aportaciones de cientos de miles de euros que ahora creen que no van a recuperar. Piden la mediación de Abanca para recuperar sus propiedades en los términos pactados en su momento. "Creemos que los bancos eran conocedores del problema que tenía Construsilva y queremos que nos entreguen nuestras viviendas", señalan. La edificación está sin rematar y al no haberse hecho el proceso de división horizontal tampoco pudieron escriturar unos pisos que, en casos, comenzaron a pagar a la empresa hace ya cerca de una década.