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El centro arqueólogico de Liñares retrasa su puesta en marcha cerca de dos meses

Es el tiempo máximo que tardarán en llegar los dos primeros arqueólogos, según cálculos de la Diputación - El comienzo de los trabajos en el pazo estaba previsto para este mes

El laboratorio del CXCA durante una jornada de puertas abiertas en marzo pasado. // Bernabé/Luismy

El Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico (CXCA) del Pazo de Liñares no empezará a trabajar durante el presente mes de septiembre, como había anunciado la Diputación de Pontevedra el pasado 1 de agosto. Las tareas de instalación de los equipos tecnológicos que precisa el centro es muy compleja, dado lo avanzado de las máquinas, por lo que su puesta en marcha se retrasará cerca de dos meses. Tal es el plazo máximo que maneja la institución provincial para enviar al histórico inmueble de Prado a los dos primeros arqueólogos, de un equipo de cinco.

"Los equipos son muy avanzados tecnológicamente y su instalación requiere gran complejidad", explican desde la Diputación, a la par que subrayan que el centro contará con un "equipamiento muy completo". Hasta que se complete toda la dotación técnica, el CXCA no estará en condiciones para llevar a cabo sus tareas de procesamiento de restos arqueológicos. "En dos meses, como máximo, podrá contar ya con dos arqueólogos", corroboran desde el entre provincial. Se trata de dos profesionales que estos momentos están realizando trabajos arqueológicos en los bajos del edificio Fernández López, en la ciudad de Pontevedra, contratados a través del convenio firmado con el Ministerio de Fomento.

Las previsiones iniciales eran que los dos arqueólogos se desplazasen al Pazo de Liñares en los primeros días de agosto y que todo el equipo -formado por cinco profesionales- estuviese operativo a comienzos de septiembre. Sin embargo, transcurrido más de medio mes, todavía no hay fecha para la llegada de los primeros arqueólogos. Si se asegura desde la Diputación que se incorporarán antes de dos meses o, lo que es lo mismo, antes de mediados de noviembre.

El trabajo de los arqueólogos desplazados a Liñares consistirá en dar salida inventarial a un montón de piezas, alrededor de 120.000, según las estimaciones de la vicepresidencia del organismo provincial. Queda por hacer inventario de las excavaciones realizadas en el Monte do Castro, en Castro Cabeceira y en Santa Tegra, indican las mismas fuentes, por lo que el trabajo de los profesionales del CXCA será arduo. "Todo el trabajo de inventariado se centrará en Liñares", apuntan.

En realidad, el Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico albergará restos de media docena de castros en los que se ha intervenido en el marco del plan provincial para la recuperación de 23 asentamientos. Entre otros, procesará vestigios procedentes de los yacimientos trasdezanos de Toiriz (Silleda) y Copa do Castro (O Castro), así como del lalinense Castriño de Bendoiro y de la villa romana de Porta de Arcos, en Fafián (Rodeiro), incluidos en el proyecto de Fomento.

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