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Movimientos demográficos

El censo de vecinos residentes en el extranjero aumenta en 4.138 personas durante la crisis

La cifra supera a toda la población de Forcarei -Las dos cabeceras comarcales protagonizan la pérdida más notable desde el año 2009 -La emigración femenina se impone en casi todos los municipios

Asistentes a la I Xuntanza Multicultural da Vila de Silleda, en 2012. // ´Bernabé/Javier Lalín

La falta de una oportunidad laboral o las dificultades para la reinserción en el mundo del trabajo están detrás de la cada vez más creciente emigración de los vecinos de Deza y Tabeirós a otros países. Los datos que ofrece el IGE permiten comparar el volumen de la población que reside en el extranjero este año con la que lo hacía allá por 2009, en pleno apogeo de la recesión económica. Pues bien, a día de hoy viven fuera de las comarcas 23.910 vecinos, exactamente 4.138 personas más de las 19.772 que ya estaban viviendo en otra nación seis años atrás. Para hacernos una idea de lo que supone este incremento, pensemos que esas casi 4.200 personas superan, y sin dificultades, a toda la población del municipio de Forcarei, cifrada en 3.696 vecinos.

A nadie se le escapa que los tres municipios pequeños de Deza (Agolada, Rodeiro y Dozón) son los que sufren una mayor sangría de población en beneficio de, sobre todo, la cabecera comarcal de Lalín. Lo mismo ocurre con Cerdedo respecto a A Estrada. Pero en el caso de la emigración externa, no son los concellos menores, sino las dos capitales, las que padecen esa pérdida de vecinos. En virtud de los datos que maneja el IGE, resulta que el censo de extranjeros de Lalín es en la actualidad de 5.556 personas, mientras que en 2009 se contaban 1.067 menos (4.489). También roza el millar más de vecinos exiliados el municipio estradense, ya que si recién confirmada la crisis tenía fuera de sus tierras a 5.024 vecinos, hoy en día la cifra se eleva a los 5.946, de modo que subió, concretamente, en 922 vecinos que se han ido.

En los siete concellos restantes el aumento de habitantes exiliados ya no supera el medio millar, pero no por ello deja de ser preocupante. Empecemos por Silleda. El municipio cuenta con 3.286 trasdezanos que viven en otros países, mientras que en 2009 la cifra era de 2.789, de modo que subió en 497. En el ayuntamiento vecino de Vila de Cruces, ahora mismo residen fuera de sus fronteras 1.682 personas, frente a las 1.347 de hace seis años (335).

En cuanto a los tres municipios menores de Deza, es de destacar la situación de Rodeiro, pues pese a tener menos de la tercera parte de población que Silleda, sus cifras de emigración son casi idénticas. Se contabilizan 2.073 cambotes instalados en el extranjero, que son 413 más (recordemos que en Silleda eran 497) que los 1.660 del año 2009. Agolada y Dozón ya presentan cifras más modestas. El primero tiene exiliados a 801 vecinos, que seis años atrás se quedaban en 634 (subió en 167 personas). Por su parte, hay 619 oriundos de Dozón viviendo fuera de España, frente a los 509 del punto álgido de la crisis (110).

En cuanto a los datos de Terra de Montes, resultan curiosos los de Cerdedo. Este municipio tiene una población total de 1.860 personas, mientras que Agolada, por ejemplo, contabiliza 2.651. Pues bien, si tomamos el padrón de residentes en el extranjero, resulta que Cerdedo supera, y de lejos, al municipio agoladense, pues tiene fuera de sus tierras a 1.492 vecinos (casi 700 más que Agolada), y ha aumentado en 266 durante los últimos seis años. Por su parte, Forcarei muestra un padrón de emigrantes de 2.455 personas, mientras que en 2009 la cifra se quedaba en 2.094. De este modo, los emigrados de tierras forcaricenses aumentaron en 361 durante la crisis.

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