Fieles al que consideran el santo "máis milagreiro", los devotos de San Benito inundaron ayer la parroquia forcaricense de Pardesoa para pedirle o agradecerle favores y cura de males extraños. Como cada 11 de julio, desde primera hora de la mañana se acercaron a Pardesoa numerosos romeros a pie por carreteras, caminos o incluso por atajos a través del monte, como los procedentes del vecino municipio de Beariz. Otros muchos optaron por peregrinar en coche al santuario. Todos pretendían que les impusieran el santo, besar su reliquia, ofrecerle cirios o figuras de cera, obtener aceite de oliva del que arde en honor del santo en busca de la cura para dolencias cutáneas y escuchar misas.

Precisamente en la solemne del mediodía radicó una de las novedades del día. Fue musicada y cantada en gallego por Sinsón Ghaiteiros con voz e instrumentos (gaita, acordeón, flauta travesera y percusión tradicional). Para entonces, la formación -con integrantes de Forcarei, A Estrada, Silleda y Vila de Cruces- ya habían recorrido los lugares de Pardesoa en un pasacalles matutino mientras que muchos devotos se sorprendían al saber que San Benito ya tiene "merchandising". Lo estrenaba ayer. Su imagen y su nombre personaliza camisetas, gorras y reflectantes personalizados que la comisión de fiestas pone a la venta para recaudar fondos para los festejos. Para la verbena nocturna contrataron a las orquestas Canadá y Funçao Pública así como fuegos de artificio.

Fue el fin de fiesta lúdico a una fiesta religiosa -con misa de tarde y "poxas"- que mantiene intacto el fervor de los fieles y la implicación de los vecinos. El septuagenario Francisco Álvarez Pérez cumplía ayer 39 años imponiendo una antigua imagen del santo sobre cabeza y hombros de los fieles, acompañándola de la cantinela "San Benito te favoreza e te libre de males extraños". A su lado, José Janeiro Janeiro cumplía 25. Pueden atestiguar que la crisis reduce las limosnas pero no la fe. Ellos seguirán al pie del cañón con el santo y al lado del párroco José Pérez Bértolo, un pilar fundamental en el santuario.