Adrián Andrade Torrado trabaja desde hace dos años con el Grupo de Cans de Rescate (GCR) vinculado a Protección Civil de A Estrada. Es el guía que menos tiempo lleva en la unidad. Pese a ello, ayer demostró que posee el olfato y la intuición que han de tener quienes siguen, con la inestimable ayuda de un perro bien entrenado, el rastro de la vida.

A Estrada movilizó a Caldas de Reis tres binomios caninos de salvamento. Los guías Enrique Reboredo, Patricia Suárez y Adrián Andrade salieron acompañados de Kira, Tulca y Zoe, respectivamente. Incorporados al dispositivo de búsqueda, apostaron por seguir la pista ofrecida por una señora, que aseguraba que había visto a la anciana en un entorno conocido como monte de los Padres Pasionistas alrededor de las 19.30 horas del miércoles. Decidieron dividirse en dos grupos, cada uno de ellos con un perro -Zoe y Kira- y acompañados por miembros de Protección Civil de Caldas.

Adrián Andrade se adentró en una parcela con Zoe. "Le notamos algo raro al perro, que algo había olido. A Zoe se le nota mogollón", explicó Patricia Suárez. Le dieron orden al can para que avanzase y no tardaron en ver a una persona. No hizo falta que Zoe llegase a ladrar para avisar de su hallazgo. "Vimos a la señora de rodillas. Al principio parecía que estaba recogiendo leña, porque había mucha allí, pero me sonó la cara. Le pregunté cómo se llamaba y me contestó. Es la nuestra, me dije".

Había transcurrido poco más de una hora desde el inicio de la búsqueda. Estos profesionales explicaron que en un primer momento no las tenían todas consigo, teniendo en cuenta que no se sabía hacia dónde había salido la mujer, el tratamiento que tomaba y la desapacible noche que pasó fuera de la residencia. "Estaba muy mojada, tenía mucho frío y estaba completamente desorientada", afirmaron. Apuntan que les dijo que era de San Xiao de Vea (A Estrada) y que no parecía saber que había pasado la noche fuera. "Decía que tenía mucho frío", inciden. No tardaron en advertir que tenía erosiones en una pierna y signos de haberse llevado un golpe. Al parecer, ella misma les dijo que se había caído por la mañana. "Estaba contenta, dentro de lo que cabe", comenta Suárez.

El equipo de A Estrada explica que, en línea recta, habría un kilómetro desde la residencia hasta la finca en la que fue encontrada. Tan cerca y a la vez tan lejos. Los tres guías regresaron a casa completamente satisfechos por el final feliz de esta búsqueda. "Es muy satisfactorio porque ves que el trabajo que haces con los perros día a día te compensa, el ir a entrenar estos días que llueve a raudales... Y que encuentres a la persona con vida es... increíble", declararon.