En la madrugada de ayer, el municipio trasdezano volvió a sufrir una oleada de hurtos, apenas un mes después de los robos en el bar Trécola, de A Bandeira, y en la farmacia Rouco Vallés, en el casco urbano de Vila de Cruces. En esta ocasión, los ladrones entraron en una vivienda de la parroquia de Piñeiro, que suele ser utilizada por sus propietarios como residencia de fin de semana. La casa ya había sido objeto de robos en anteriores ocasiones y, para acceder a ella, los malhechores rompieron el cristal de una ventana y forzaron la persiana. Los vecinos del lugar se encargaron, en la mañana de ayer, de dar la voz de alarma a la Policía Local, puesto que encontraron varias pertenencias y enseres esparcidos por la carretera.

En sus incursiones nocturnas, los ladrones intentaron sustraer dinero en el centro cultural Vista Alegre, de A Bandeira, aunque sin éxito. Eso sí, rompieron un cristal y forzaron el futbolín. Un automóvil aparcado en el casco urbano de esta localidad también sirvió de objetivo, puesto que sustrajeron su GPS. También en A Bandeira, los daños afectaron incluso al patrimonio religioso. Los ladrones rompieron la urna de cristal que protege la imagen de San Antonio colocada enfrente de la capilla del lugar, con la intención de sustraer las limosnas que depositan los devotos. Aunque, al igual que en el caso del centro cultural, tampoco accedieron al dinero.

En la mañana de ayer, tanto la Policía Local como la Guardia Civil realizaban todas las pesquisas necesarias para abrir una investigación.

Hurtos en Dozón

Los continuos robos que está sufriendo la comarca en los últimos meses tampoco son ajenos al municipio de Dozón. Días atrás y también de madrugada, un grupo de ladrones intentó robar en los bares Fraga y Cantón, ambos apostados al pie de la N-525. Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del miércoles al Jueves Santo. En el bar Fraga, los ladrones forzaron la reja y la puerta, pero desistieron de su faena tras ser oídos por unos vecinos, que aseguran que se trataba de cinco personas. En el bar Cantón, se apropiaron de monedas de la máquina tragaperras y de la registradora. Ambos locales presentaron las denuncias pertinentes ante la Guardia Civil. Los propietarios del bar Fraga aseguran que el último robo que sufrieron fue hace ya más de 15 años.