Los sindicatos de los trabajadores de Géneros de Punto Montoto se reunieron en la mañana de ayer con el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, para conocer la apuesta de la Xunta por la viabilidad y el futuro de la empresa en Lalín y salieron bastante satisfechos con el compromiso, por ahora sólo sobre el papel, del titular autonómico. Las centrales, que llevaban varias semanas detrás de un encuentro con Guerra, querían escuchar las garantías de que la fábrica seguirá en el Deza y no recurrirá a regulaciones de empleo periódicas después de que la Xunta y la banca acordasen la concesión de 6,5 millones de euros entre dinero líquido y circulante.

La consellería se negó a facilitar información de la reunión por medio de su gabinete de comunicación alegando que se trataba de un encuentro de "carácter privado", pero las centrales insistieron en que todo el proceso, o al menos parte de él, debe conocer para tranquilizar e informar en la medida de los posible a los 240 trabajadores que tiene la industria.

En el cónclave, el conselleiro explicó que el acuerdo entre Xunta y banca es firme, que se han renovado las pólizas y que tanto la administración como las entidades contará con una persona en la dirección de la empresa "para estar vixiantes".

Ante estas palabras, los sindicatos señalaron que el compromiso "parece real", ya que la Xunta "móllase" por el futuro de la textil. "Se hai un acordo así coa banca, se entende que esto vai en serio", indicó Xavier Aboi, de la CIG. Con estas garantías, Guerra les dijo a los sindicatos que hay compromiso de que la empresa salga adelante si ellos firman finalmente el Expediente de Regulación de Empleo (ERE). "Todos nos din que todo está acordado e só falla que firmemos nós, porque, se non entramos, todo se vai para abaixo", señalan los sindicatos, que intentarán aprovechar su actual posición de fuerza para conseguir condiciones ventajosas en el ERE. Así, hay que cerrar la cifra de afectados, que será de unos 80 despedidos quedando una plantilla de 160, las indemnizaciones y las prejubilaciones, que pueden ser clave para evitar muchos parados en este proceso. Otra cuestión que está sobre la mesa es la entrada de capital privado, que podría ser de la propia familia Montoto, ya que la Xunta está muy interesada en esta posibilidad de futuro.

Con las garantías dadas ayer por la Xunta, la puesta en marcha del plan de viabilidad de Montoto pasa porque los sindicatos acepten el ERE, aunque éstos no quieren precipitarse pese al principio de acuerdo y hoy seguirán ahondando en el expediente con el director de Relacións Laborais, Odilo Martiñá.