El Concello de Silleda ingresará más de 70.000 euros si consigue comercializar los 11.467 metros cuadrados de suelo que le corresponden en las dos fases del polígono Área-33, cedidos por el Instituto Galego de Vivenda e Solo y Xestur Pontevedra. El acuerdo suscrito por la alcaldesa, Paula Fernández Pena, con la administración autonómica supone que el concello disponga ahora de cuatro parcelas de uso lucrativo que podrá sacar a la venta a partir de los precios mínimos que rondan los 60 euros por metro cuadrado establecidos por Xestur Pontevedra.

Al margen de las tres fincas destinadas a zonas verdes en las dos fases, que suman más de 31.500 metros cuadrados, y una parcela de casi 6.000 destinada a equipamientos deportivos, el gobierno ha gestionado la titularidad de predios que oscilan entre los 788 y los 7.500 metros cuadrados. Entre estas propiedades pasarán a ser de propiedad municipal una vez que se remitan sus expedientes al registro y notaría.

Entre los predios que podrían ser enajenados y cuyos fondos deben destinarse a inversión y no a saldar el pasivo financiero, destaca la parcela que alberga el helipuerto de Medio Rural que ocupa más de 7.500 metros y dos propiedades anexas de 788 y 1550 metros cuadrados, situadas en la segunda fase. Pena destacó que la finca ocupada por el helipuerto podría mantener su uso, si concello y Xunta se ponen de acuerdo en la renovación de la cesión, que expira este año. La otra superficie, que curiosamente aún no había sido transferida al ayuntamiento es la del parque de bomberos, que debe estar destinada a equipamientos. En la primera fase el concello conseguirá una parcela de casi 2.000 metros cuadrados, muy interesante desde el punto de vista comercial, mientras que en otra zona de espacios libres aboga por crear una nave para uso municipal, y habilitar un espacio para la creación de la sede social que había sido reclamada por la asociación de empresarios del polígono.

Por otro lado, la alcaldesa reveló que la parcela en la que se asienta la planta de Sogama tambiéns será transferida. Esto supone que Pena anunciase que revisará la legalidad de la venta de esta superficie, realizada a principios de 1999, y se pondrá en contacto con los responsables de la Sociedade Galega de Medio Ambiente para conocer el proceso. Propuso destinar una de las parcelas a construcción de la piscina climatizada, uno de sus compromisos electorales, si existe financiación externa para las obras por parte de la Xunta de Galicia.

Mutismo sobre los cambios en el gobierno local

La mandataria rehusó de nuevo ayer pronunciarse sobre los ajustes que planea en el seno de su gobierno y rechazó confirmar si tiene decidido el cese del concejal de Medio Ambiente, Gerardo Lázara. Sí admitió que la “situación non é sinxela como sabemos todos” pero descartó que exista una fecha concreta para la concreción de la renovación de su grupo como apunta desde hace semanas el PP. Pena incidió en que ella será la responsable de “manexar os tempos” para realizar estos ajustes y señaló que disponía aún de un plazo razonable para reconducir la situación.

Negó las supuestas diferencias con Lázara que también reiteran los populares y subrayó que no existía una mala relación con ninguno de sus ediles. “Non estou enfadada con ninguén, nin sequera cos non adscritos”, dijo, en referencia a Javier Cuiña y Ofelia Rey. “Aínda que a situación é complicada non podo falar de prazos, hai que facer as cousas sen presas, porque éstas son malas conselleiras”, aseveró. Y envió un mensaje al PP local, al que recordó que será ella la que “marque os tempos” en el hipotético caso de renovación del ejecutivo.