Ana Cela / A ESTRADA

A punto de cumplirse un año desde que José Antonio Dono tomó posesión como alcalde de A Estrada, el portavoz de Cidadáns de Galicia (Cidega), José Manuel Reboredo, ve desvanecidas las esperanzas depositadas. A la hora de hacer balance, el edil no percibe el fruto de las cosechas que asegura estar haciendo el ejecutivo local.

- Se cumple un año desde que se hizo efectivo el cambio de gobierno en A Estrada. Le pediría dos palabras o una frase corta a modo de balance.

- Esperanzas desvanecidas. Cada vez se ve más claro que todo fue un montaje, una estrategia para encarar con garantías unas elecciones por parte del partido mayoritario, el partido socialista, presentándose como salvador de los grandes problemas de A Estrada y, un año después, pues más de lo mismo y cada día que pasa más grave. Mucho anunciar que se está sembrando, que se está cosechando, pero da la sensación de que las heladas están quemando todas las cosechas.

- Entremos ahora en mayor profundidad. ¿Por qué realiza esta valoración? ¿En qué se apoya al observar el desvanecimiento de esas esperanzas a las que alude?

- Los tres grandes temas que todos defendimos que tenía A Estrada pendientes eran Plan Xeral, suelo industrial e infraestructuras. Habían dicho que en seis meses iban a aprobar el plan, luego en un año, luego un año del pacto, antes de final de año... Se dijo que se estaba trabajando en la redacción del informe medioambiental cuando es falso porque no pueden estar redactando ese documento porque tiene que ir a concurso público. En suelo industrial planteamos desde Cidega que era urgente el desarrollo de suelo industrial público. Presentamos una propuesta y ha sido rechazada. Este grupo de gobierno es incapaz de gestionar los grandes proyectos de A Estrada. Ha tenido miedo a buscar fondos públicos para acometer ese desarrollo cuando ya había un compromiso firme de la Diputación de destinar 12 millones de euros, que era el 80%; aún así ellos dicen que quieren esperar al Plan Xeral, mientras tanto tres años más, cinco años más sin suelo industrial. Y luego el tema de infraestructuras. No son capaces de terminar las infraestructuras que recibieron y ahora vienen con una nueva carta a los Reyes Magos sacándose de la chistera una vía que no se sabe si se refiere a las variantes de la N-640, si es una vía nueva... Cidega lo que reclama es una conexión rápida con el puerto de Vilagarcía, una buena salida al Barbanza, terminar la autovía de Santiago y a ver si son capaces de enlazarnos con la AP-53. Tengo que dar una valoración muy negativa de esos tres aspectos fundamentales.

- El 27 de mayo de 2007 los estradenses pidieron un cambio, que en junio se visualizaría con la toma de posesión de José Antonio Dono y después con la llegad del BNG al gobierno tras un pacto entre socialistas y nacionalistas. ¿Por qué cree que A Estrada votó cambio y cómo valora la respuesta del bipartito a las expectativas ciudadanas?

- La ciudadanía votó cambio en primer lugar porque el Partido Popular se presentó en unas condiciones bastante difíciles tanto de candidato como de estructura, de integridad. Las divisiones siempre son traumáticas y además fueron 15 años de gobierno popular. El cambio hasta se puede ver como lógico, el ansia de cambio. Había un cambio en dos direcciones: un pacto con los nacionalistas o un cambio con un pacto con Cidega. Se ha elegido un gobierno bipartito integrado por el BNG. Nosotros entendemos que es un pacto de conveniencia e impuesto por Santiago y a partir de ahí este gobierno está más pendiente de estructurar sus gabinetes y con un reparto de gasto muy concreto al 75 y 25 por ciento. Se convierte en un gobierno con problemas internos entre ellos, una relación bastante tensa y enfrentamientos que al final producen parálisis y desgana en la gestión.

- Con tres años de legislatura aún por delante, el PXOM sigue perfilándose a corto plazo como el principal caballo de batalla. Tras haber trabajado directamente por sacar esta "espina" que tiene clavada el municipio, ¿qué rumbo cree que se debería tomar?

- Uno totalmente contrario al que se está tomando, fundamentalmente en agilidad. No se le está dando participación a la ciudadanía ni a las fuerzas políticas que representamos a la ciudadanía, por tanto se intenta elaborar un plan de espaldas al sentir general; se está intentando a través de informes que se han contratado escaparle a la exposición pública para, una vez más, no darle oportunidad a los ciudadanos de alegar o hacer modificaciones en el documento y luego tardar un año para llegar a la conclusión a la que el gobierno anterior había llegado un año antes de que el informe medioambiental era necesario y de estricto cumplimiento... Si se hubiese tramitado ya estaría hecho, tendríamos un año andado. En estos momentos estamos como hace un año o peor que hace un año. Es que no sabemos que está pasando con el Plan Xeral, ni ellos mismos lo saben. En esta legislatura, difícil que el plan salga. Tenemos que empezar ya a ser realistas.

- ¿Despeja para usted el Plan Director de Estradas algunas incógnitas en el futuro de las comunicaciones locales?

- Analizándolo con toda cautela porque todavía no tenemos el documento en la mano, no es que aclare la incertidumbre, creo que crea más. No viene a aportar nada nuevo. Es una previsión electoralista de un plan que marca como fechas de ejecución 2020, por tanto mal vamos si no somos capaces de cerrar esos temas de los que hablábamos antes: salida rápida al puerto de Vilagarcía, al Barbanza y conexión rápida con Santiago y la conexión con la AP-53. Con esas infraestructuras y la variante A Estrada podría respirar un tiempo tranquila.