La inminente remodelación de las casas modernistas de Marqués de Bradomín ha causado un contratiempo importante al Concello de A Illa, ya que esas obras van a suponer la desaparición del almacén municipal que la administración municipal utilizaba para el servicio de Obras. Con el objetivo de reubicarlos en otro punto del municipio, el Concello está buscando una nueva nave que cumpla esa función y ha entablado varias negociaciones para tratar de cerrar un acuerdo antes de que comiencen las obras.
Una de ellas ya se ha ido al traste. El Concello puso sus ojos en la nave que la Cofradía y la Organización de Productores (OPP-20) posee en la zona de O Monte y que ambas entidades utilizan como almacén. Hacerse con esta nave era una vieja opción que se intentó en el año 2008, pero el pósito se adelantó en un momento en que la lonja vieja de O Xufre parecía que iba a desaparecer.
Sin embargo, la xunta xeral del pósito y de la OPP-20 decidió rechazar la oferta del Concello y mantener esas instalaciones por el uso que se está dando de ellas. Tras esta negativa, el Concello está tratando de agilizar las otras opciones para cerrar cuanto antes un acuerdo con los propietarios y poder trasladar el servicio de Obras a su nueva ubicación.
El Concello ha incluido en el presupuesto de este ejercicio una partida para la adquisición de este almacén, aunque la intención es abonar el coste en cuatro anualidades diferentes, siempre y cuando se llegue a un acuerdo con los propietarios de esa nave.
Las obras de remodelación de las casas de O Campaneiro, Dona Tomasa y Goday van a iniciarse en los próximos meses, lo que va a suponer el desmantelamiento de la nave que se encuentra entre la última de estas viviendas y el Centro de Interpretación de la Conserva, utilizada por el servicio de Obras como almacén.
El proyecto de las viviendas, redactado por Manuel Gallego Jorreto, es una de las obras más ambiciosas que va a afrontar el Concello de A Illa en los próximos años, en la que se van a invertir 2,6 millones de euros para acabar con la situación de ruina en la que se encuentran las tres casas. La de Goday fue adquirida por el Concello a través de un convenio urbanístico a principios de la década pasada. Más compleja fue la adquisición de las casas de O Campaneiro y Dona Tomasa, que no se concretó hasta el año 2010, cuando el Concello consiguió comprarlas por 400.000 euros que aportó la Diputación a través de su Caja de Depósitos.
