El gobierno de Vilagarcía ha convocado a todos los grupos de la oposición a una reunión que se celebrará mañana a partir de las 10.00 horas en el Concello para abordar el Presupuesto municipal de 2018. Se trata de la segunda reunión de trabajo conjunta, pues desde la primera -en enero- el ejecutivo socialista se ha reunido de forma individual con cada grupo para escuchar sus aportaciones y , en definitiva, negociar las cuentas, un diálogo indispensable para poder aprobarlas, ya que el PSOE gobierna en minoría y necesita al menos tres votos favorables para sacar el Presupuesto adelante. El del año pasado contó con los apoyos del BNG y del concejal no adscrito, Miguel Alves.
Entre las filas de la oposición sospechan que esta podría ser la fórmula que se repita de nuevo, pues ni con Somos Maioría ni con Esquerda Unida y mucho menos con el PP se ha alcanzado un acuerdo expreso.
A finales de enero el BNG dio un tirón de orejas público al gobierno de Alberto Varela, al denunciar la escasa ejecución de las partidas propuestas por la bancada nacionalista en 2017. El portavoz, Xabier Ríos, advirtió en una rueda de prensa que de mantenerse esa situación, se pensaría seriamente un nuevo apoyo a las cuentas. De hecho inició una ronda de contactos con distintos colectivos para abordar la situación y tomar una decisión al respecto. Otros grupos de la oposición creen que "el acuerdo con el gobierno está más que cocinado". De ahí la convocatoria de una reunión conjunta en la que participen todos los portavoces este viernes, un encuentro en el que esperan conocer el capítulo de inversiones, toda una incógnita por el momento.
Las últimas previsiones a las que hizo referencia el gobierno pasaban por llevar el Presupuesto a pleno este mes de marzo.
No se prevén grandes sorpresas en el documento. La cifra previsiblemente rondará la del año pasado, cuando el equipo de Varela manejó unas cuentas de 27 millones de euros, en las que se reservaron cinco para gastos de carácter social (becas para estudiantes, bolsa de ayuda para pagar el IBI a las personas con pocos recursos, ayudas de emergencia social, para el abono de la hipoteca, etc.).
Las inversiones superaron los 1,8 millones de euros, de los cuales 1.250.000 euros procedían de un préstamo bancario.
Al importe del crédito se sumaban los 388.600 euros de fondos propios que Ravella consignó para inversiones y la reorientación de 222.000 euros que no ejecutara en 2016 a través de una modificación de crédito.
