La sobrina del patriarca del clan de los Charlín, Rosa María Charlín, regresará al banquillo de la Audiencia Provincial para responder por dos causas de blanqueo de capitales que el tribunal ha decidido acumular, aunque la Fiscalía mantiene dos escritos de acusación diferentes. Por ambas, la Fiscalía le pide a la sobrina del patriarca cinco años y tres meses de prisión y una multa de 720.000 euros en un caso y un millón en otra.

Será la cuarta ocasión en que Rosa Charlín regrese a la Audiencia en el plazo de tan solo dos años, ya que en las tres anteriores ocasiones, el juicio acabó siendo aplazado por cuestiones procesales, entre ellas, la de la existencia de esta segunda investigación que ahora se acumula a la anterior.

En la primera de las causas se la acusa de haber comprado diferentes propiedades con dinero supuestamente ilícito. En el escrito de calificación de la Fiscalía se indica que Rosa Charlín afrontó gastos que sufragó con dinero de procedencia desconocida, ya que con los rendimientos declaradas por su trabajo y los préstamos solicitados, no le hubiese alcanzado. Con ese dinero habría adquirido una serie de terrenos e inmuebles, entre ellos, su casa de residencia.

El Ministerio Público apunta a que la sobrina del patriarca fue condenada por la Audiencia Nacional por un delito contra la salud pública en 1995, así como a pagar 100 millones de pesetas de la época por su participación en un alijo de una tonelada de cocaína que eran transportados en el buque "Rand", el cual fue interceptado a unas 42 millas de las costas portuguesas.

En el segundo asunto, también se juzga a otras tres personas, entre ellas, el marido de Rosa Charlín, Jorge Durán. Este caso arranca por una serie de operaciones económicas realizadas entre los años 1998 y 2002 que no se correspondían con los ingresos declarados por las empresas de las que formaban parte, solicitando el fiscal una pena de cinco años y tres meses de prisión para cada uno de los acusados, así como una indemnización de cuatro millones de euros. Todos ellos, considera la Fiscalía, obtuvieron un incremento patrimonial y económico no justificado entre los años 1998 y 2002, por lo que les acusa de un delito de blanqueo de capitales procedentes de actividades ilícitas de tráfico de drogas.

En ambas causas, la Fiscalía solicita el comiso de más de una decena de bienes, entre los que se incluye su propia casa de Vilagarcía, varias fincas y viviendas en Vilanova de Arousa, vehículos y embarcaciones de recreo.

Rosa María Charlín ya iba a ir a juicio por esta causa en mayo de 2015, pero la defensa planteó una serie de cuestiones procesales que obligaron al tribunal a suspender el proceso, fijándose como fecha para la celebración del juicio el mes de septiembre de 2016, pero la vista se volvió a suspender después de que la defensa pidiese su nulidad.

La última ocasión en la que iba a ser juzgada, el pasado mes de octubre, el juicio tuvo que volver a suspenderse, también por cuestiones procesales, al solicitar la defensa la necesidad de encardinar las dos causas que se estaban instruyendo en los juzgados número 1 y 2 de Vilagarcía.