Después de los robos en viviendas, negocios y vehículos particulares, ahora los cacos también se dedican a asaltar taxis. Es el caso del vehículo del grovense Martín Castro Pita, que estacionó el domingo por la noche en el barrio de Terra de Porto y que encontró abierto su automóvil, después de que le forzaran la puerta con una palanca, cuando ayer se disponía a prestar un servicio, poco antes de las dos de la madrugada.

"Es otro ejemplo de la inseguridad que estamos padeciendo en el pueblo, donde los vecinos ya no podemos dormir tranquilos", lamenta el autopatrono.

Aunque los daños materiales que causaron en su taxi no son excesivamente cuantiosos, "y tampoco se llevaron nada, porque con esta inseguridad no se puede dejar nada dentro del coche", este trabajador alerta de que "esta oleada de robos es terrible", a lo que añade que "en Terra de Porto hay un punto caliente de trapicheo, de ahí que los problemas sean mayores".

Recuerda igualmente que los daños causados en vehículos estacionados también son habituales.