Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ramón Daporta: "La movida de Cambados está bajo mínimos"

"Nunca conté las parejas que se conocieron en 'Zao', pero fueron muchísimas"

Ramón Daporta ha sido durante más de tres décadas una de las almas de la discoteca "Zao". // Noé Parga

"Zao" cierra. La discoteca que durante muchos años fue el buque insignia de la "movida" cambadesa abrirá por última vez el 6 de mayo. Inicialmente, estaba previsto que cerrase este sábado, pero han decidido retrasarlo una semana porque a principios de mayo se celebran las confirmaciones en Cambados, y los jóvenes que acuden habitualmente a la discoteca le han pedido a la familia Daporta que les den una semana más para despedirse. Con "Zao" se marcha de las poquísimas marcas de la hostelería nocturna de los años 80 que quedaban en O Salnés.

-¿Cómo era la "movida" en O Salnés en 1984?

-Estaba sobre todo en Vilagarcía y O Grove. En Vilagarcía la gente iba a Musgo, Don Ricardo o Tótem, y en O Grove, a Escorpio. Canelas, en Sanxenxo, aún era una sala de fiestas, y en Cambados lo único que había era Beilú, en A Cabana.

-¿Por qué se aventuró una familia de depuradores en el negocio de la hostelería nocturna?

-Éramos jóvenes, andábamos por la "movida" y nos gustaba la música. Desde un punto de vista empresarial, pensamos que podía ser un complemento a nuestra actividad principal. Pensábamos que una discoteca funcionaría sí o sí.

-¿Y por qué se establecieron en el centro de Cambados? ¿No era más fácil irse a Corvillón y aprovecharse del tirón de Beilú?

-En Cambados ya teníamos un bajo, con lo que solo necesitábamos invertir en la reforma.

-¿Qué significa Zao?

-Es una referencia al sauce. Queríamos que el nombre evocase bienestar, algo verde, natural...

-Una de sus señas de identidad es que nunca renunciaron a cobrar entrada, pese a que la tendencia parecía apuntar al acceso libre.

-Era una manera de garantizar un cierto orden. Y aunque se pagaba la entrada, después la consumición era también más barata. Otra cosa que hacíamos era poner diferentes precios y ofertas según la hora a la que entrabas.

-¿En qué estado de salud se encuentra la "movida" cambadesa?

-Está bajo mínimos. El viento paró de soplar y la gente está plegando velas. Terminó su ciclo. Pienso que seguirá habiendo "movida", pero ya de otra manera, con más terrazas y otro ambiente, quizás.

-¿Qué la ha matado?

-Yo diría que en estos años hubo tres cosas que la fulminaron. Por un lado está el tiempo. De unos años a esta parte hace más calor y llueve menos, con lo que la gente pasa más tiempo fuera, en las terrazas o haciendo botellón. Una discoteca lo que necesita es frío y lluvia. En segundo lugar, el botellón. Y en tercero está claro que afectó la crisis. Ahora sale muchísima menos gente. Los mayores de 30 años y las parejas ya prácticamente han desaparecido.

-¿Qué podría hacerse para revivirla?

-Lo primero, armarse de paciencia a tope, porque los cambios no son de un día para otro. Y habría que adoptar medidas, como vigilar más de cerca el botellón y los locales ilegales. Y permitir el acceso a los establecimientos a partir de los 16 años, lógicamente sin servirles alcohol.

-¿Habrá alguna sorpresa especial este sábado?

-Yo quiero abrir como un día normal, no quiero cambiar nada. Lo que tenga que pasar, ya pasará.

-¿Alguna vez hicieron la cuenta de las parejas de Cambados y del resto de la comarca que se conocieron en Cambados?

-No, nunca las conté, pero está claro que fueron muchísimas. Hay que pensar que hasta no hace mucho no había internet y determinadas canciones solo las escuchabas en las discotecas. La gente se volvía loca con la música lenta.

Compartir el artículo

stats