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Pandulleiros reclama una actuación global sobre el yacimiento del islote Areoso

Los últimos temporales han vuelto a poner de manifiesto la fragilidad de este espacio natural que oculta un importante legado

Los temporales siguen causando daños en el islote Areoso. // Iñaki Abella

Los últimos temporales que ha sufrido la costa gallega han vuelto a poner de manifiesto la fragilidad del islote Areoso, en A Illa de Arousa, que continúa amenazado con la desaparición de gran parte de su riqueza natural, y sobre todo, del legado que se esconde bajo sus arenas. Así lo entiende el colectivo Pandulleiros de A Illa, una entidad que reúne a personas preocupadas por el legado histórico que esconde ese municipio y que, en su mayor parte, se encuentra seriamente amenazado. Pablo Iglesias, portavoz del colectivo, reconocía ayer que "la única opción de salvar el patrimonio que existe en Areoso es con una actuación global que sirva para preservar y proteger el yacimiento que allí se encuentra".

El colectivo visitó recientemente el islote, volviendo a revivir las sensaciones de cada primavera, los temporales se han llevado por delante parte de ese legado sin que pudiese siquiera llegar a ser catalogado.

"Cada vez que hay un temporal, parte de los recursos que descubrió el anterior desaparecen, porque el agua va limando y arrastrando esos restos sin que se realice una actuación global sobre el yacimiento que permita identificar y conservarlos, más allá de alguna investigación puntual, como es el caso de la mámoa 4, que se encuentra en marcha", explica Iglesias.

Esas actuaciones puntuales son claramente "insuficientes" para el colectivo que es partidario de que "se haga una investigación completa, pero de la que no existen trazas de que se vaya a llevar a cabo en los próximos años". Mientras las administraciones responsables no se deciden "los restos que hay allí están desapareciendo de forma paulatina, porque allí los temporales invernales son tremendos". Una prueba de que esos vendavales, unidos a la presión que ejerce el turismo durante el verano es que el islote "ya está partido en dos cuando se registran mareas vivas", una circunstancia que afecta a la zona en la que se concentran un mayor número de restos arqueológicos que no han sido catalogados todavía.

El colectivo lleva años demandando medidas adecuadas para preservar este espacio natural, algunas de las cuales, han sido contempladas por la administración, aunque queda todavía "mucho por hacer, como la limitación del acceso al islote al estilo de la playa de As Catedrais, donde se fijó un número de máximo de personas". Además, también consideran necesario articular medidas para la protección del yacimiento, como ya se hizo en su día con la mámoa 4.

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