La fachada de la iglesia de Carril está cubierta en buena parte de su superficie por un tipo de musgo que con el paso del tiempo se ha vuelto prácticamente blanco. El párroco es consciente de que la piedra exterior del templo carrilexo necesita una actuación de limpieza, si bien apela a la "colaboración" de vecinos y feligreses para llevarla a cabo.
Pero las humedades de la fachada no son las únicas deficiencias que sufre esta iglesia construida en el siglo XVII y su entorno, pues también están presentes en el atrio. Además, una parte de las escaleras de acceso al templo -también de piedra- se encuentra repleta de hierbas.
En mayo de 2010 la iglesia parroquial de Santiago de Carril fue víctima de un acto vandálico cuyas consecuencias todavía se pueden ver a día de hoy. Así, casi siete años después de que un individuo rompiese la cruz que coronaba el cruceiro junto a la iglesia, este todavía permanece descabezado.
En un principio se pensó que se trataba de un bien de titularidad municipal, por lo que el Concello de Vilagarcía custodió los restos del cruceiro durante años, pero las diligencias realizadas para el proceso judicial (finalmente el autor de los daños fue condenado a sufragar los gastos de la restauración valorados en 1.200 euros y a una multa de 540) determinaron que este elemento patrimonial pertenece al conjunto arquitectónico de la iglesia de Carril. Por lo tanto es esta entidad la propietaria y la que debe encargarse de las obras de restauración.
Así, el Ayuntamiento ya en 2014 le hizo entrega al párroco de Carril de las piezas que habían sido custodiadas con el fin de que se restaure este bien artístico e histórico.
Dado que el cruceiro está inventariado e incluido en el Catálogo de Bens a Protexer debido a su elevado valor patrimonial y artístico, su restauración requiere de la presentación de un proyecto técnico que debe ser aprobado por Patrimonio de la Xunta.
