La notable participación marcó ayer en Carril las actividades del festival Ameixa Rock, que llenó la localidad de diversión y música. Una veintena de niños se sumaron por la mañana en la playa de A Covacha a la fiesta del fútbol playa y por la tarde la cifra ascendió a medio centenar en las I Olimpiadas Mariñeiras, unas ingeniosas cucañas con versiones de juegos populares adaptadas al agua. Los competidores se enfrentaron a pruebas como el lanzamiento de boya, regatas de barcaños -a las que también se apuntó algún adulto-, la búsqueda de un tesoro en el mar o apuntar con globos de agua a una diana humana. Las risas estaban garantizadas con semejantes disciplinas muy adecuadas, además, para la calurosa jornada de ayer. Elpidio Costa, uno de los organizadores, manifestaba al finalizar la tarde su satisfacción por la buena acogida que tuvieron todas las iniciativas, incluidas las rutas en kayak y las visitas guiadas a la isla de Cortegada, con dos viajes uno matutino y otro en horario de tarde.
El espectáculo de clown de Os Sete Magníficos + un marcó la transición entre las actividades dirigidas al público infantil y los conciertos nocturnos, que cosecharon un nuevo éxito de público, a pesar del cambio de cartel de última hora debido al accidente sufrido por uno de los integrantes del grupo coruñés Ánima. La banda femenina de Boiro Agoraphobia los reemplazó y demostró, como ya lo había hecho en 2014, que su música agrada al otro lado de la ría. Los conciertos, con entrada gratuita para el público, tuvieron también como protagonistas sobre el escenario a otras tres formaciones gallegas: Biribirloke, con su fusión de rock y ska, el grupo de punk Superoito, y Neuroband, con exintegrantes de Korosi Dansas. La cuarta edición del festival sirvió a modo de homenaje al carrilexo Ricardo Baltar, fallecido el pasado verano.
