En 2006 la terrible oleada de incendios que afectó a la comarca estuvo acompañada, unos meses más tarde, de las inundaciones más graves que se recuerdan. Una década después el fuego llega acompañado de intensos vientos de componente norte, los cuales alcanzaron rachas de prácticamente 100 kilómetros por horas desde el martes por la tarde y durante la jornada de ayer.

El resultado fue el esperado y temido: Incendios como el de Xiabre que se habían dado por "controlados" pero revivían puntualmente en determinados puntos a lo largo del día; y un número ya incalculable de pequeños focos que aparecen uno tras otro en cada rincón de la comarca y dejan absolutamente claro que hay demasiada gente empeñada en cargarse el monte.

Pero eso no es todo, ya que ese intenso viento no solo ayudó a los pirómanos, sino que causó estragos tanto en el mar como en la huerta de O Salnés.

En la ría hay que destacar el hundimiento de embarcaciones y el riesgo para la navegación. El temporal provocó algunos naufragios, aunque parece que sin consecuencias o daños personales.

La intensidad del viento y el oleaje hicieron que volcaran varias lanchas de las empleadas para el marisqueo a pie -incluso cuando los mariscadores estaban en plena faena-, al igual que causó destrozos en algunas bateas de mejillón y otra.

Empresas de servicios marítimos como "Hércules", con base en Rianxo, fueron requeridas para reflotar esas embarcaciones, aunque en otros casos fueron recuperadas por sus propietarios o con ayuda de otros marineros.

Los efectos más visibles en tierra firme fueron los desprendimientos de losetas, tejas y uralitas producidos en Vilagarcía, O Grove y otras localidades arousanas.

Pero a esto se suma el destrozo de invernaderos en la huerta de O Salnés, así como la caída de árboles, contenedores, señales y vallas de obra.

Incluso hay que hablar de la suspensión de actividades lúdicas al aire libre, como es el caso de la verbena que iba a celebrarse el martes en Corvillón (Cambados) con actuación de la orquesta Charleston Big Band; espectáculo que se vio aplazado hasta el día a causa del fuerte viento.

Lo cierto es que con la proliferación de incendios y los diferentes daños causados por el viento no resulta sencillo hacer balance de lo ocurrido entre el martes y ayer. Y ni siquiera en los diferentes servicios de emergencias lo tienen del todo claro, ya que se están viendo absolutamente desbordados por los acontecimientos.

Si de hablar del fuego se trata hay que decir que el declarado el lunes en Xiabre fue dado por "controlado" a las 9.00 horas de ayer, pero a lo largo del día se registraron al menos tres reactivaciones que obligaron a intervenir de nuevo al personal de emergencias.

300 hectáreas en Xiabre

De este modo la cifra de hectáreas quemadas sube hasta las 300, según datos aportados por la Consellería do Medio Rural a última hora de ayer.

Este fuego afectó en gran parte a Vilagarcía pero se originó en Caldas, donde en la madrugada de ayer se detectaron otros dos incendios, uno cerca de la salida de la AP-9, obligando a cortar la autopista, y otro en las inmediaciones de la fábrica de Clesa.

Después llegaron más fuegos, concretamente en Vilaxoán (Vilagarcía), Meaño, Meis, Castrelo (Cambados) y Valga. Aunque puede que fueran más, puesto que en algunos de los conatos ni siquiera llegaron a intervenir los equipos de extinción y fueron los propios vecinos los que provistos de mangueras, ramas y palas controlaron las llamas.

Diferentes operativos

Por citar algunos ejemplos de lo dura que resulta la situación puede decirse que los bomberos de la base de Vilagarcía tuvieron que acudir ayer a Castroagudín para luchar contra la reactivación del incendio iniciado el lunes, además de actuar en Carril a causa de desprendimientos en los tejados y participar en la extinción de los incendios forestales de Meaño y Caldas.

Algo parecido tuvieron que hacer los bomberos destacados en Ribadumia, mientras que Protección Civil de Vilanova intervino el martes por la noche en A Gándara (András), donde se quemaron alrededor de 3.000 metros cuadrados.

El Servicio de Emergencias de O Grove también colaboró en la extinción en Caldas de Reis ante el riesgo de que las llamas alcanzaran la factoría de Clesa. Pero al mismo tiempo intervino por un incendio en el cuadro eléctrico de una depuradora local y tras el desprendimiento de losetas o la caída de contenedores a causa del viento.

El Grupo de Emergencias Supramunicipal de Valga tuvo que intervenir en un incendio en Os Martores a las 8.00 horas de ayer, al igual que en la tarde-noche del martes retiró árboles caídos en esta localidad y en Portas, además de acudir a otro incendio, éste en O Pino.

Respecto a los fuegos registrados en tierras meañesas, nuestro corresponsal Tino Hermida informa de que el de ayer afectó al barrio de Tanoira, en Padrenda, en el límite con Castrelo.

Al parecer se vivieron algunos momentos de preocupación porque el incendio se inició en un pinar inmediato a una zona de viviendas. Pero la rápida intervención de los vecinos evitó que el fuego llegara a las casas, y cuando accedieron al lugar los servicios de emergencias ya estaba prácticamente controlado.

Tino Hermida recogió el testimonio de los vecinos, quienes alegan: "Estaba cantado que esto iba a ocurrir un día; el bosque está sin limpiar, lleno de maleza hasta arriba, y si no es por los vecinos el fuego ya se habría ido de mano para cuando llegaran los servicios de emergencia, y quién sabe qué ocurriría a nuestras viviendas".