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Denuncian el deterioro de Guillán tras "años de abandono" por parte del Concello

Ramiro Padín y otros vecinos promueven una nueva asociación para "presionar" y lograr mejoras - "Pagamos igual que en el centro, pero el dinero nunca llega al rural", lamenta

Ramiro Padín en un vial de Guillán en cuyos márgenes abunda la maleza. // Noé Parga

Los vecinos de Guillán se sienten vilagarcianos "de segunda" y así lo transmite el presidente de la comunidad de montes, Ramiro Padín, que denuncia el "abandono" al que está sometido el lugar desde hace años. "Los euros se quedan en el centro de la ciudad y no llegan al rural", de ahí que estén impulsando la constitución de una nueva asociación de vecinos para "presionar" y "reclamar lo que necesitamos". Las inmediaciones de la Casa de Cultura, explica, están en un estado lamentable. "El asfalto que echaron en el pasado mandato quedó mal, hay alcantarillas rotas y también ventanas y el cierre" del edificio. Del jardín del centro de Guillán "no se ocupa nadie desde hace 10 o 15 años" y en algunas zonas "la maleza casi cubre la carretera". Esto es solo un aperitivo, ya que Ramiro Padín continúa enumerando las deficiencias del lugar. "Nadie limpia los ríos y el agua baja por todos lados", llegando incluso a dificultar el paso por algunos caminos, y el Concello instaló "aparatos de gimnasia en todos los lados menos aquí, que lo pedimos expresamente" para el parque anexo a la Casa de Cultura, que "está dejado de la mano de Dios". Comenta el caso de unos vecinos "mayores" que "no tienen salida de aguas". El pozo negro está dentro de su vivienda, por lo que reclamaron ayuda al Ayuntamiento. "Les respondieron que tenían que ceder terrenos para ampliar el vial a cinco metros", lamenta el presidente del colectivo de comuneros.

La Comunidad de Montes, explica, está asumiendo "con cuatro perras que tenemos" algunas de las mejoras que debería ejecutar el Concello, pero "estamos haciendo un trabajo que no nos corresponde". Los lugareños quieren hacerse oír para "que inviertan algo". Son conscientes de que "no podemos vivir como en el centro, pero tampoco queremos ir con el coche y que lo raye la maleza porque nadie se ocupó de limpiarla", insiste recordando que "nosotros pagamos impuestos igual que en el centro. El dinero es de todos". Hace años, recuerda, cuando se acercaban las fiestas de San Antonio y Santa María "al menos venían a limpiar", cosa que ya no ocurre.

La comunidad de montes está dispuesta a colaborar en lo que buenamente pueda, pero "estas cosas son responsabilidad del Ayuntamiento" y, además, "no son obras de infraestructuras ni de mucho presupuestos". Se trata de "pequeños detalles" que ni siquiera "tienen que hacerse todos un día, sino poco a poco". Esta misma semana, Ramiro Padín se personó en el Concello para solicitar una reunión con el alcalde, Alberto Varela, y que "no se acuerden de nosotros solo cuando hay elecciones".

Guillán no es la única zona del rural que denuncia este tipo de deficiencias. Desde Trabanca Sardiñeira, la asociación Santiago de Afora presidida por Carmen Piñeiro reclama la limpieza de caminos rurales, la humanización de la entrada al lugar, la recuperación de la fuente y lavadero públicos -tema debatido en el último Pleno-, la revisión de los espejos en los cruces y la reposición de placas con los nombres de las calles. Además, advierte del peligro que representa en caso de que se produzca un incendio la maleza que cubre los márgenes de la circunvalación.

El monte, en buen estado

Volviendo a la situación de Guillán y en relación a los incendios, Ramiro Padín considera que el monte del lugar afronta la temporada de estío en buen estado y "bastante limpio". Lo tienen conveniado con la Xunta y, en breve, se acometerán trabajos de rareo y de eliminación de pequeñas plantas que ayudan a propagar el fuego, además de la apertura de caminos. La comunidad de montes tiene proyectos en marcha, como la creación de áreas de descanso con mobiliario como mesas y bancos, estos últimos pensando en la gente mayor que camina por las zonas forestales. También "queremos recuperar las rutas de senderismo y que la gente venga a pasear a Guillán".

Ramiro Padín destaca el que, a su juicio, es uno de los problemas de los montes de Vilagarcía. "Son feos y la gente les tiene tal desapego que creen que son un basurero", generándose así vertederos ilegales e incontrolados. "Nadie se preocupa de hacer algo para la gente en el monte, como acondicionar carballeiras" que atraigan a los vecinos y que les inciten a pasear. "Si la gente pasa, los caminos se mantienen accesibles", siendo el uso una de las mejores formas de mantener el patrimonio, del tipo que sea. El presidente de los comuneros de Guillán confía en que la Mancomunidad que quieren constituir ocho de las diez comunidades de montes de Vilagarcía sirva para "conseguir mejores convenios con la Xunta de Galicia" y disponer de más recursos con los que mantener las zonas forestales en condiciones y hacerlas productivas.

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