Juntos, pero no revueltos. Así trató la corporación de O Grove en pleno las distinciones para dos personajes muy conocidos en la villa pero con trayectorias muy diferentes. Por un lado la sesión celebrada anoche sirvió para retirar honores a Francisco Franco, que de este modo pierde la "Medalla de Oro" del municipio, deja de ser "alcalde honorario" del mismo y ya nunca más será considerado "hijo predilecto" de la localidad. Por otra parte, el literato Manuel Lueiro Rey, nacido hace un siglo en Fornelos de Montes, ya es oficialmente "hijo adoptivo" del ayuntamiento, en el que pasó buena parte de su vida y donde falleció el 11 de octubre de 1990.

Son quizás los dos asuntos más llamativos y cercanos al pueblo meco de un pleno cargado de asuntos sobre los que discutir, aunque la mayoría eran mociones tipo relacionadas con cuestiones ajenas a la localidad, como el bloqueo de Estados Unidos a Cuba o la situación del pueblo saharaui.

Hay que quedarse, por tanto, con propuestas como la del grupo municipal socialista, que en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica sometió a consideración del pleno la retirada de los honores que en 1949 habían sido concedidos "al dictador Francisco Franco".

Aquel año, un 20 de septiembre, la corporación grovense premiaba a Franco por "los relevantes méritos contraídos con la patria".

Y se hacía así alegando que el caudillo "supo conducir la victoria sobre nuestros enemigos en una guerra de liberación a la que se entregó con un genio conductor que asombró al mundo, dotes de mando y genio político que cada día adquiere mayor relieve internacional por su acierto, levantando el cerco político-económico que la mentira e insidia habían puesto a nuestra patria".

Aquella trasnochada moción aprobada en pleno hace casi siete décadas incidía en que "es deseo de esta corporación el hacer constar nuestro eterno agradecimiento en forma individual, aunque dentro de nuestra modestia y por aclamación, dentro del mayor entusiasmo y como fervoroso homenaje de admiración, cariño y gratitud".

Se trata, evidentemente, de un discurso de otra época que, aunque forma parte de la historia de O Grove, no ha evitado que se retiraran los citados honores a Franco, explicándose en el pleno de ayer los motivos de esta decisión e incluyendo este acuerdo en los archivos municipales "para que lo sepan generaciones venideras".

Mucho más actual, y desde luego más cercana al pueblo y esperada por buena parte de los vecinos, es la moción con la que se reconoce la figura de Manuel Lueiro Rey, cuyo nombre se dio a la Casa da Cultura de Monte da Vila en 1991 y se utiliza también para convocar un concurso literario anual.

Pero no era suficiente, de ahí que desde ahora, a la espera también de que sea reconocido a nivel autonómico con el Día das Letra Galegas, Manuel Lueiro cuente con un reconocimiento institucional a título póstumo tan importante como el de "hijo adoptivo", con lo que también se intenta que su trayectoria profesional no pase desapercibida a generaciones futuras.

Fue en la villa meca donde Lueiro creó la mayor parte de su obra, y lo que se hace ahora es mostrarle la gratitud del pueblo por lo que ha representado y seguirá representando.