La educación vial se convirtió por un día en complemento de formación en el colegio San Roque de Corón. Los más pequeños conocieron de primera mano las normas de circulación tanto desde el punto de vista del peatón como del conductor de diferentes tipos de vehículos.
Como no podía ser menos, la ocasión contó con la presencia de una voz autorizada en la materia como es el caso del oficial de la Policía Local de Vilanova, José Luis Maquieira. Tampoco faltaron voluntarios de Protección Civil para conferir a la mañana un aura de mayor seguridad en una actividad que alcanzó las dos horas de duración.
El pabellón del colegio fue el lugar elegido para establecer allí un circuito en el que no faltaba detalle. Previamente se llevó a cabo una charla teórica en la que el policía explicó al detalle el sentido de la circulación, sus preferencias y el significado de cada señal para luego pasar a la acción, entendiendo que el proceso práctico no puede faltar en una enseñanza de carácter integral.
Otras cuestiones en las que se incidió fue en todo lo relacionado a la seguridad de los pasajeros de cualquier vehículo. La insistencia en el correcto ajuste del cinturón de seguridad o de las sillas en las que viajan los pequeños, fueron algunas de las nociones. El objetivo no era otro que concienciar a los más pequeños de que el dispositivo con el que deben contar en sus vehículos familiares tienen una razón de ser.
Una de las profesoras del colegio San Roque recordó que no son pocos los padres los que se llevan alguna reprimenda de sus hijos en cuestión de conducción y seguridad tras recibir las nociones en esta materia en el colegio.
El paso al circuito se convirtió en la parte más atractiva. Los alumnos de educación infantil asumieron el papel de peatones mientras que los de primaria fueron los encargados de asumir la conducción de los vehículos que Protección Civil puso a su disposición para cumplir todas y cada una de las normas de educación vial que se trataron a lo largo de la mañana.
No faltó detalle al trazado. Hubo pasos de peatones, semáforos y diferentes señales que sirvieron para demostrar que la conducción tiene derechos y también deberes. El civismo se convirtió en el catalizador de una jornada de aprendizaje en la que se combinó la diversión y el conocimiento de todo lo relativo a la responsabilidad que supone el actuar como se debe en las vías públicas.
No es la primera vez que esta actividad se lleva a cabo en el colegio San Roque de Corón. El éxito de la misma se convierte en el mejor aval para que la cita adquiera tintes de perpetuidad.
