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Un marinero de Cambados fallece de un infarto cuando faenaba en el País Vasco

El hombre, de 52 años, se puso mal de madrugada frente a Pasajes

Florentino Cacabelos Estonllo, un marinero de Cambados de 52 años, falleció ayer cuando se encontraba a bordo del "Capricho dos Persebellos", el barco del cerco con el que estaba haciendo la costera de la anchoa en el golfo de Vizcaya, frente al País Vasco.

La embarcación se encontraba frente a la localidad guipuzcoana de Pasajes, que suele ser utilizada como base por numerosas embarcaciones gallegas del cerco. Al parecer, en plena madrugada comenzó a sentirse mal, de ahí que desde la embarcación alertasen al servicio de Salvamento Marítimo.

Este departamento envió una embarcación rápida al punto donde se encontraba el "Capricho dos Persebellos" -a esa hora no podían movilizarse los medios aéreos- y Florentino Cacabelos fue embarcado en la "Orión". Fue esta la embarcación encargada de trasladar al arousano hasta el puerto de Pasajes, donde estaba esperando una ambulancia para su posterior traslado a un centro hospitalario.

Sin embargo, y a pesar de las maniobras de reanimación a las que fue sometido durante la travesía hasta el puerto de Pasajes, los técnicos no pudieron mantener con vida al tripulante, que falleció en la "Orión", cuando al parecer ya había atracado. Los primeros indicios apuntan a que el óbito se debió a un paro cardiaco, pues al parecer el hombre había sufrido con anterioridad dolencias cardiacas. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de San Sebastián, para realizarle la autopsia, previa a su traslado al tanatorio de Cambados.

El tripulante fallecido estuvo desde siempre vinculado al mundo del mar. Su padre ya fue un destacado carpintero de ribeira en Cambados, y él trabajó muchos años en los barcos. En el caso de la costera de la anchoa, el "Capricho dos Persebellos" había subido al Golfo de Vizcaya hace entre semana y media y dos semanas.

Se trata de uno de los barcos del cerco más grandes de Cambados -la compañía tiene dos buques gemelos con el mismo nombre-, y a partir de marzo o abril acostumbra a pasar largas temporadas en el Cantábrico, pues por sus dimensiones y forma de trabajar se adaptan bien a ese tipo de aguas.

En estas embarcaciones pesqueras suelen trabajar en torno a una decena de personas.

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