Jairo Paz, que es concejal del grupo de gobierno de Meis, vive en San Martiño, a escasa distancia de donde cayó el trueno. En ese momento estaba en Armenteira, pero al llegar a casa "me contaron que fue un estruendo muy grande. Poco antes se había escuchado otro más pequeño, pero fue el segundo el que llamó la atención". El edil explica que hay numerosos afectados en la parroquia. "Puede haber más de 20 casas con algún daño", señala. Tanto es así que "esta mañana (por ayer) estaba con un vecino que llamó al seguro para saber cuánto tardaría en mandarle el perito, y le respondieron que aún tardaría unos días, que tienen mucho trabajo por el número de casos que se han dado en esta zona".

De hecho, Jairo Paz asegura que conoce a varias familias que se le quemado algún electrodoméstico. En lo que atañe al apagón, éste se debió a que se quemaron los fusibles de las viviendas afectadas, de modo que recuperaron el suministro en cuanto los cambiaron.

Pero la tormenta eléctrica del martes por la tarde-noche también tuvo sus efectos en el alumbrado público. Un buen número de farolas se apagaron súbitamente sobre las 20 horas, momento en el que cayó el rayo sobre el campanario de la iglesia, y aunque el suministro ya está restablecido, Jairo Paz advierte de que "es probable que de aquí a unos meses empiecen a fallar algunas luminarias", a consecuencia de la elevada tensión a la que se vieron expuestas por la caída del relámpago.

También se registraron incidencias menores en el centro médico, mientras que la tormenta no afectó a la actividad escolar del Centro Rural Agrupado (CRA).