Faltaban pocos minutos para las 0,30 horas de la pasada madrugada cuando un hombre de Corvillón escuchó fuera de su casa un fuerte ruido, y pensó que quizás se había caído un rayo. Pero poco después le siguió otro estruendo, procedente del galpón que tiene pegado a su vivienda. De modo que se acercó a mirar, y fue cuando descubrió que le había explotado una bombona de propano que tenía conectada a un soplete. Este es al menos el relato que le hizo a los voluntarios de Protección Civil de Cambados, que acudieron al lugar después de que según ellos la central de emergencias del 112 Galicia les alertase de una explosión de gas en Corvillón.

Al llegar al punto, los miembros de la agrupación se encontraron con que la explosión había provocado numerosos daños en el inmueble, que el hombre utilizaba para guardar diverso material, así como para aparcar el coche. Así, había volado parte de la cubierta de uralita, uno de los portalones aparecía arrancado de sus guías, y en otro se apreciaba un hundimiento supuestamente provocado por la onda explosiva de la deflagración. Además, se había producido fuego, que el propio vecino se encargó de apagar mediante un extintor. También acudió al punto una dotación de la Guardia Civil, que es la encargada de redactar el atestado.

Protección Civil apunta como posible causa del siniestro a una acumulación de gas propano en el galpón, y a que estallase al entrar en contacto con la zona de calor de la caldera. Dicha deflagración, creen que los voluntarios de emergencias, habría provocado tanto los daños en los portales, por efecto de la onda expansiva, como en la cubierta de uralita. Los voluntarios tampoco descartan que la explosión moviese las planchas, y que después terminase de arrancarlas el fuerte viento.

En cuanto al fuego, afectó según la entidad actuante a un capazo, a un mueble y a un tramo de manguera de la bombona, que previamente había sido sacada a la calle para evitar otra incidencia por efecto del calor.

El operativo se prolongó hasta bien entrada la madrugada.