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Un lustro tras los tesoros que esconde la ría

Los científicos dan a conocer a la sociedad la enorme riqueza de flora y fauna existente en las aguas arousanas

"Caprella mutica" | Se asociada a estructuras hechas por el hombre, especialmente las dedicadas a las actividades de acuicultura. Esta especie invasora originaria de Japón ha sido localizada por miembros del GEMM en seis bateas diferentes de Arousa, lo que implica un nuevo límite meridional de distribución, ampliando el rango de distribución conocido en aguas europeas.

El Grupo de Estudio del Medio Marino (GEMM) fue creado "para dar a conocer a la opinión pública en general la enorme diversidad de fauna y flora que habita en nuestros mares". Desde su nacimiento en 2010 el equipo de investigadores y biólogos que conforman esta unidad ha realizado un importante trabajo de localización, catalogación y divulgación de especies, de ahí que tras el hallazgo de algunas consideradas "raras", o incluso absolutamente desconocidas para la ciencia, su nombre y el de la ría arousana empezara a sonar cada vez con más fuerza a nivel nacional e internacional.

Conscientes de que Galicia, "a pesar de ser una potencia mundial en el sector de la pesca", es también una región donde "el desconocimiento de las especies marinas que nos rodean es generalizado", los integrantes del GEMM, provistos de los mejores equipos de buceo posibles y con la mayor de las ilusiones, decidieron peinar el fondo de las rías gallegas, con especial incidencia en la arousana.

Es así como localizan "seres increíbles que se desarrollan en un mundo que, aunque muy próximo, a menudo se nos antoja a años luz de distancia".

Y es que en el GEMM están plenamente convencidos de que "vivimos de espaldas a un universo entero de formas de vida fascinantes", de ahí su empeño en darlo a conocer, "porque es parte de nuestro patrimonio natural".

Evidentemente, este trabajo también permite sentar las bases para proteger y conservar ese medio submarino, con el propósito de que las generaciones venideras "puedan seguir disfrutando de esos maravillosos tesoros que albergan nuestros mares".

Como prueba de todo ello baste remitirse al balance del trabajo realizado hasta ahora por esta organización sin ánimo de lucro formada por "un conjunto heterogéneo de personas que incluye biólogos marinos y aficionados a la biología con una pasión común: el mar y los organismos que lo habitan".

El resumen de sus actividades más reseñables, plasmadas en diferentes publicaciones científicas, dice que durante sus primeros cinco años de actividad los integrantes del GEMM localizaron nada menos que cinco especies nuevas para la ciencia, de las cuales tres son platelmintos (animales invertebrados) y dos, moluscos gasterópodos.

Pero además acreditan siete nuevas citas para el océano Atlántico, entre ellas cuatro de moluscos (tres gasterópodos y una especie de bivalvo) y tres de platelmintos.

A estos se suman dos nuevas citas a nivel europeo, ambas referidas a crustáceos y tres primeras citas para la Península Ibérica, como fueron una especie de gasterópodo, otra de platelminto y una de crustáceo.

Este meritorio balance habla también de una segunda cita para una gasterópodo en la Península Ibérica y 37 nuevas citas para Galicia, en este caso correspondientes a 19 moluscos (3 bivalvos, 16 gasterópodos), 7 platelmintos, 6 crustáceos, 2 peces, un cnidario, un nemertino y un porífero.

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