O Grove es uno de los mejores ejemplos de Galicia de la tendencia mostrada por los comicios referente a la pérdida de peso de los partidos tradicionales, y el ascenso meteórico de las formaciones emergentes. En Marea fue la ganadora absoluta de una jornada en la que el gran damnificado fue el Partido Socialista, que quedó relegado a la tercera fuerza más votada a pesar de tener el gobierno municipal y ocho concejales.

Uno de los socios de En Marea es Esquerda Unida, y Gonzalo Montenegro señala al respecto que "O Grove tiene una idiosincrasia muy contestataria y una gran sensibilidad social. Basta con recordar que tuvo un gobierno municipal del Partido Comunista en 1979 o las grandes manifestaciones que hubo en su día por problemas ecológicos".

Montenegro apunta que el éxito de En Marea en O Grove tampoco es "desde cero". "Uno de los socios de En Marea es Esquerda Unida, que ya tiene dos concejales y el 15 por ciento de los votos, con lo que tenemos algún camino recorrido. Pero el domingo llegaron al 35,5 por ciento de los votos, lo que demuestra que la suma de varios factores multiplica los resultados".

Añade que "proponemos otra forma distinta de gobernar, y los ejemplos están a la vista, en Ferrol, A Coruña o Santiago", pero con independencia de los méritos propios o las ganas de cambio de parte del electorado, el resultado de O Grove también puede ser un castigo a los grandes partidos. "PSOE y PP son las dos caras de un mismo sistema político, y en la práctica, en los grandes asuntos, su voto es el mismo". Xosé Manuel Domínguez, de Anova, otro de los grandes socios de En Marea, argumenta a su vez que "en O Grove hubo un intento fallido de unión en las municipales, y ha quedado claro que había una masa de votantes esperando esa unión". Eso sí, avisa de que "esto es el inicio, nada más. Hay que seguir trabajando en la misma línea". Finalmente, FARO no pudo hablar ayer con ningún representante de Podemos.

Tampoco lo consiguió con el gran perdedor de la jornada en O Grove, el PSOE, que incluso se desplomó por debajo del PP en mesas históricas de la izquierda, como las de Virxe das Mareas. Finalmente, en las filas conservadoras afirman que "estamos razonablemente satisfechos porque hemos recuperado masa electoral desde las municipales". El PP, en este sentido, subió 700 votos con respecto a la cita de mayo. En cuanto al resultado "tremendo", en palabras de los responsables locales del Partido Popular, consideran que "se debe al arrastre de la marca. No creemos que haya sido por su trabajo, que apenas tiene visualización social".