El grave sabotaje sufrido esta semana por dos barcos del cerco de Cambados pertenecientes a la misma compañía ha provocado una respuesta contundente de la Consellería do Mar, la cofradía y la Asociación de Armadores do Cerco de Galicia (Acerga), que lidera la protesta que parte del sector ha iniciado contra el reparto de las cuotas de pesca de la Unión Europea.

La conselleira do Mar, Rosa Quintana, manifestó ayer en Vilagarcía que "destrozar un aparejo de pesca que cuesta más de 60.000 euros es totalmente condenable y rechazable". "El sector pesquero gallego nunca fue así, ni debe serlo. Entre todos somos capaces de ponernos de acuerdo para gestionar lo que tenemos".

La titular del departamento autonómico añade que "soy una defensora a ultranza de la libertad, y creo que todo el mundo puede decidir como se organiza a la hora de gestionar su trabajo". Quintana plantea que "la vía del diálogo siempre está abierta. Este tipo de actos (en alusión al sabotaje) perjudican gravemente a 24 familias de la zona de Cambados".

Más tajante aún se muestra el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa. "Lo ocurrido es una verdadera salvajada, no tiene ni pies ni cabeza. Espero que encuentren a la persona que lo hizo porque se merece un castigo ejemplar". El presidente del pósito arousano señala que "esto no tiene nombre", y recuerda que "esa gente está jugando con los bienes de los socios y de sus familias".

Asimismo, manifiesta que en el seno de la cofradía de Cambados existen tres tipos de gestión del cerco diferentes, "y siempre convivió todo el mundo y se echó una mano en el mar cuando hizo falta".

Teme que este tipo de actos rompan precisamente esa solidaridad en caso de apuros de la que siempre pudieron presumir los pescadores, y recuerda que la decisión de acogerse a uno u otro sistema de gestión del recurso "es una decisión puramente empresarial, y cada uno es libre de elegir el que le va mejor".

Finalmente, el presidente de Acerga, Juan José Blanco declara que "nuestra asociación condena totalmente estos actos. Cosas así van en contra de nuestros intereses". "El que lo hizo que la pague". Afirma que hace dos años ya avisó a la conselleira Rosa Quintana de que "este reparto iba a enfrentar a la flota".

El presidente de la Asociación de Armadores del Cerco de Galicia incluso sostiene que "por supuesto que no puedo jurar que el autor del sabotaje no sea una persona del mar, pero yo creo que alguien del mar no hace esto, porque todos tenemos aparejos en los muelles, tanto los de Acerga como los que no son de Acerga". Tanto es así que añade que conflictos como en el que está inmerso el cerco gallego, con parte de la flota en tierra y un gran número de marineros acampados frente a la Xunta de Galicia, en Santiago, puede servir de coartada "para venganzas personales de gente ajena al mar".

En las últimas semanas ya se han producido hasta cinco ataques similares a embarcaciones del cerco en Galicia.