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Caamaño sostiene que la tala de A Pastora fue correcta, y que solo se cortaron pinos y acacias

El teniente de alcalde de Cambados recuerda que A Pastora es un monte con usos de parque

Vista desde el monte de A Pastora, el viernes. // Iñaki Abella

El primer teniente de alcalde de Cambados, Víctor Caamaño, respondió ayer al portavoz del PP, Luis Aragunde, que la tala de A Pastora se hizo con todos los permisos en regla y que no fue desproporcionada. El nacionalista replica que "desde esa zona hay unas vistas magníficas al sur de la comarca, y lo que se intentó fue recuperarlas".

Desde el mirador del monte de A Pastora puede verse desde la desembocadura del río Umia hasta la ensenada de O Bao, en O Grove, pasando por las islas de Sálvora y Ons. Pero hacía meses que los árboles de las laderas habían crecido tanto que ocultaban la visión.

Hace unos días, el grupo de gobierno realizó una tala, que Aragunde tildó de "barbaridad", pues según él había pedido permiso a Patrimonio para cortar ocho árboles, y el Ejecutivo local derribó medio centenar. Sobre esto, Víctor Caamaño aduce que "en julio nos llegó el permiso de Patrimonio para hacer la tala, pero en él no se especificaba el número de árboles que había que cortar", y que no necesitan autorización de la Consellería de Medio Ambiente, "porque no se tocaron las especies protegidas".

Así, se cortaron pinos y media docena de acacias negras de gran porte. Éstas últimas son una especie invasora. El primer teniente de alcalde de Cambados señala que también se cortó un plátano de sombra que hay en el cruce del monte con la calle, pues el gobierno municipal quiere ensanchar esa intersección para mejorar la circulación y seguridad del tráfico. Sí se mantuvieron los robles, castaños y alcornoques, "que son más bajos, y que además crecerán más a lo ancho porque están más separados".

Caamaño sostiene que "A Pastora no es un monte en sí mismo, aunque se le llame así, sino un monte-parque, y hay que buscar el equilibrio entre esas dos realidades, y tener en cuenta que también es un mirador y su proximidad a las ruinas de Santa Mariña". Asimismo, dice que si hubo que recurrir ahora a las talas fue porque en su día las plantaciones de árboles se hicieron mal. "Si los pinos y las acacias crecieron tanto a lo alto es porque los plantaron a muy escasa distancia. Incluso se plantaron unas tullas, que son más propia de un jardín".

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