El alcalde de A Illa, Carlos Iglesias no regresa con buenas noticias de su viaje a Madrid. La directora general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente le ha dicho que con la actual Ley de Costas en la mano el problema urbanístico que padece el municipio insular no se puede resolver porque, según ella, no ha quedado suficientemente demostrada la consolidación de varios núcleos urbanos para los que el Ayuntamiento reclama que se rebaje la servidumbre de dominio público de los 100 metros actuales a 20.
Carlos Iglesias se desplazó ayer a Madrid junto a la arquitecta municipal, Pastora Parada, para reunirse con la directora general de Costas e intentar encontrar una solución para los problemas urbanísticos que sufre A Illa debido a sus condiciones geográficas, que motivan que gran parte de su territorio esté afectado por las prohibiciones de la ley. Sobre esto, el Ayuntamiento ha argumentado en numerosas ocasiones que quiere defender los espacios naturales, pero que la población del municipio también necesita un crecimiento urbanístico moderado que la actual ley impide. Tanto es así que son muchos los vecinos que en la actualidad ni siquiera pueden ampliar su vivienda, o que tienen que esperar hasta ocho meses para poder pintarla, porque está dentro de la servidumbre de Costas.
Pero la reunión no fue todo lo fructífera que aguardaba la delegación isleña. Carlos Iglesias señala que "tal y como está redactada ahora la ley, nos dicen que el problema de A Illa no se puede resolver. Pero nosotros no nos vamos a dar por rendidos, e intentaremos que se trate a A Illa como un único núcleo y no subdividirla en zonas".
La intención del Ejecutivo local es que se pueda reabrir el periodo de alegaciones, y en este sentido se va a elaborar un informe jurídico, tanto con asesores del Concello como externos. Entre tanto, se mantiene abierto el frente del contencioso-administrativo presentado en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) contra la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de rechazar las alegaciones que le había presentado el Concello.
A Illa considera que debido a sus peculiaridades orográficas necesita un trato singular en documentos como la Ley de Costas para evitar que esto hipoteque el desarrollo de la localidad.
Las zonas donde se centra la problemática por el deslinde marítimo terrestre son As Rubas, Espiñeiro, Semuiño, Cabodeiro y Abilleira. En muchos casos no se puede edificar pese a que ya hay casas anteriores a la ley de 1988.
