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El "rey del marisco" regresa a las lonjas

Arousa genera la mitad de los ingresos anuales por venta de centollo en Galicia

El domingo comienza una nueva campaña en la provincia de Pontevedra -La gran baza de la flota de enmalle está en O Grove -Noviembre y diciembre, los meses más fuertes

El mal tiempo fue aprovechado para preparar los aparejos para la campaña del centollo. // Muñiz

Las lonjas gallegas se preparan para recibir los primeros centollos de la temporada. La campaña empieza el domingo en la provincia de Pontevedra, así que este preciado crustáceo ya estará disponible para el consumidor el lunes y, con total seguridad, volverá a convertirse en uno de los productos estrella de las rulas, especialmente a medida que se acerque la Navidad.

Se trata de una de esas especies que dejan huella en el sector, en este caso representado por la flota de enmalle, ya que es capaz de generar en primera venta unos ingresos de 2,8 millones de euros anuales, como sucedió el ejercicio pasado, tras la venta de 241 toneladas.

Y la ría de Arousa tiene mucho que decir en todo esto, ya que en sus lonjas se ingresó la mitad de ese dinero (1,4 millones de euros) tras comercializar casi 97 toneladas y marcar precios máximos por encima de los 42 euros el kilo.

Son cifras claramente superiores a las alcanzadas en 2014 en la ría de Vigo, con casi 23 toneladas de centollo y 271.000 euros facturados; y en la de Pontevedra, donde el pasado año se cerró con cerca de 15 toneladas y 157.000 euros.

Ni que decir tiene que gracias al inicio de las campañas extractivas cada otoño, después de una prolongada veda, y también con ayuda del tirón navideño en la cesta de la compra, los dos últimos meses del año son, tradicionalmente, los más importantes para el sector.

Tanto es así que "puede decirse que la campaña prácticamente finaliza después de la fiesta de Reyes, pues llegado ese momento las ventas ya se desploman", explica Antonio Otero, el patrón mayor de la cofradía de O Grove, donde este crustáceo marca diferencias respecto a los demás puertos.

Prueba de la importancia de esos dos últimos meses para la flota de enmalle -la que utiliza las redes conocidas como miños para capturar el producto- es que en noviembre y diciembre de 2014 se vendieron en Galicia más de 171 toneladas, es decir, el 71% del total anual, y se ingresaron 1,9 millones de euros (70% de los ingresos absolutos del ejercicio).

Como queda dicho, O Grove es la referencia incuestionable para el centollo gallego. Prueba de ello es que en esta lonja se facturaron el año pasado 641.000 euros después de vender 41 toneladas, marcando un precio máximo de 42 euros el kilo y un mínimo de 6 euros.

Esto último es algo que diferencia este puerto de otros muchos, junto a la mayor calidad que se presupone a su centollo. Y es que se establece un precio mínimo de retirada del producto, para no devaluarlo, mientras que hay puertos donde llegaron a marcarse cotizaciones mínimas de entre 0,50 céntimos y un euro el kilo para el centollo que, como se diría de forma castiza, no sirve ni para hacer sopa.

Como indicaba hace días el patrón mayor grovense, Antonio Otero, es preferible devolver al mar el producto de peor calidad, para que siga engordando, en lugar de "regalarlo" en primera venta. Y es esto lo que lleva a la cofradía, ante la campaña que arranca el domingo, a barajar la posibilidad de elevar a 8 euros el kilo ese precio mínimo que marca la retirada del producto de la lonja.

Marca propia en O Grove

Hay que destacar también, porque demuestra la importancia que dan los compradores al centollo grovense, que esos 641.000 euros facturados el año pasado superan con creces a los 504.000 euros obtenidos en A Coruña, y eso a pesar de que en la lonja herculina se vendieron 18 toneladas de centollo más que en la villa meca. Lo hicieron con un precio máximo de 39 euros y un mínimo que se desplomó hasta los cincuenta céntimos.

Atendiendo a las facturaciones, en el ranking gallego se sitúa en tercera posición otra lonja arousana, la de Santa Uxía de Ribeira, que logró 432.000 euros con algo más de 36 toneladas de centollo; por delante de los 275.000 euros de la lonja cambadesa, en este caso con más de 17 toneladas.

Otro de los puntos de primera venta importantes es la lonja de Vigo, que rondó los 179.000 euros por vender cerca de 15 toneladas; una cantidad similar a la descargada en Burela, en este caso con 159.000 euros en ingresos.

Pueden destacarse, igualmente los 81.000 euros facturados el año pasado en Muros, 69.000 en Cangas, 61.000 en la lonja de Bueu, 59.000 en Celeiro, 55.000 euros en Pontevedra (Mercado), 45.000 en Fisterra y 43.000 en Ferrol.

Si únicamente se toman como referencia los dos últimos meses del año pasado, ya que es la época fuerte en la que entra ahora el sector de enmalle, se observa básicamente el mismo comportamiento de las rulas que en el conjunto del ejercicio. Así, en noviembre y diciembre O Grove y sus 463.000 euros de facturación volvió a situarse a la cabeza, después de vender 30 toneladas; compitiendo directamente con A Coruña, que facturó 370.000 euros por 47 toneladas de este crustáceo.

En esa recta final del pasado ejercicio Ribeira superó los 274.000 euros, Cambados se quedó muy cerca, con 225.000 euros, y Vigo se aproximó a 125.000 euros.

Preparativos

Ahora toca mejorar resultados, o cuando menos tratar de repetir los del año anterior. Para ello la flota de enmalle gallega tiene sus miños y sus barcos preparados. El mal tiempo de los últimos días incluso propició que algunos cesaran ya en la actividad que estaban realizando para emplearse a fondo en la puesta a punto de todo cuanto necesitan para iniciar el domingo la campaña del centollo.

En el caso concreto de la ría de Arousa los últimos días fueron especialmente intensos los trabajos llevados a cabo en puertos como el grovense para tener listas esas redes que a partir del domingo van a convertirse en las grandes protagonistas de la ría, junto con el crustáceo que deben pescar.

En O Grove el principal puerto para el centollo, hay 52 barcos con permiso para los miños, a lo que se suman 63 en Ribeira, 38 en Cambados, 20 en A Illa, 10 en A Pobra do Caramiñal y cuatro en Rianxo, entre otras naves autorizadas.

Hay que recordar que los barcos de tipo I y II -los que tienen hasta 2,49 toneladas de registro bruto- están autorizados para largar 2.000 metros de red, el equivalentes a 40 piezas; los de tipo III -de 2,50 a 4,99 toneladas- pueden llegar a 4.000 metros de miños; los de tipo IV y V, que son las naves que tienen entre 5 y 9,9 toneladas de registro bruto, tienen permiso para 110 piezas de miños; y las naves tipo VI y VII -de diez toneladas en adelante- disponen de permiso para 7.000 metros, equivalentes a 140 piezas.

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