La jornada de ayer no resultó nada sencilla en el centro de salud de O Grove, a pesar de que el personal de que dispone, incluso reforzado en verano, parecía verse por momentos superado por los acontecimientos. A las atenciones habituales, sobre todo con los médicos de cabecera, hubo que sumar la atención a una persona que sufría un infarto y la muerte de un vecino en la parroquia de San Vicente, lo cual obligó a enviar a su domicilio a un médico -el de atención a desplazados- y dos enfermeros.
Esta situación, con las salas del edificio médico situado en Monte da Vila repletas de gente, provocó las quejas de algunos usuarios, quienes reclaman mayores medios humanos en tales dependencias.
"Fuimos al centro de salud y aquello era un auténtico caos, con largas esperas y un único médico para desplazados que además tuvo que irse a San Vicente; y la gente tuvo que quedarse esperando sin saber cuándo regresaría", decía uno de los usuarios que a lo largo de la mañana acudieron al médico.
Otros esgrimen que "en un pueblo como O Grove, con tantos turistas, tiene que haber más médicos disponibles en verano", por lo que definen la situación en Monte da Vila como "vergonzosa".
Sin embargo, algunos facultativos esgrimen que "el problema es que hay personas que llegan de fuera y cuando acuden al centro de salud quieren que se les atienda al momento".
Reconocen que ayer se registraron importantes complicaciones, "por eso la mañana resultó muy difícil, pero fue algo puntual".
Además resaltan que "este centro de salud, junto al de Sanxenxo, se refuerza en verano con un médico expresamente dedicado a atender a los visitantes, y eso es algo que no tienen en otras muchas localidades, por lo que podemos estar satisfechos".
Saben que "siempre parece poco y se puede mejorar", pero también consideran que "si se produce alguna urgencia los pacientes menos graves o que acuden para buscar recetas deben de entender que tienen que esperar".
Otros facultativos consultados manifiestan que "el desplazado es una persona que quiere y exige atención inmediata, por lo que lleva muy mal tener que permanecer en la sala de espera, pero es evidente que si surgen otros asuntos más urgentes o prioritarios no les queda más remedio que conformarse".
Al parecer entre el personal del centro de salud grovense no hay la sensación de colapso o de un exceso de pacientes en lista de espera, sino que simplemente se trataría de jornadas que, como la de ayer, pueden resultar especialmente complicadas por motivos extraordinarios.
