Cuando Pablo Iglesias saltó al estrellato por la meteórica irrupción electoral de Podemos y el exconcejal del PSOE de A Illa Juan Luciano Otero, Genito, vio que su segundo apellido era Turrión recordó a un hombre que había conocido hacía más de 50 años y que tenía el mismo apellido.
Aquel Turrión se llamaba Manuel y era un madrileño que durante más de una década había pasado los veranos en "Casa Luísa", pensión que regentaban los padres de Genito y que a mediados del siglo pasado era el único alojamiento que existía en la localidad.
Como el apellido Turrión no es muy común, el exedil de A Illa se preguntó si aquel hombre que había conocido y el líder de Podemos no tendrían alguna relación, y llamó inmediatamente a su amigo Gaspar Zarrías, que llegó a ser vicepresidente de la Junta de Andalucía, y que aún hoy veranea en A Illa. Éste le confirmó que el Manuel Turrión que Genito había conocido cuando era un niño era tío abuelo de Pablo Iglesias.
Manuel Turrión llegó a A Illa en una época en la que muchos madrileños de posición desahogada huían del bochorno estival de Madrid y buscaban lugares aislados y tranquilos para descansar. Turrión llegó a la localidad arousana de la mano de Juan Antonio Pérez Maín, un agente de la propiedad que también era atleta y que se enamoró de A Illa tras participar en una carrera en Vigo.
El lugar le gustó tanto que animó a otros conocidos suyos a veranear con él, y entre estos se encontraban su cuñado Manuel Turrión, y el padre de Gaspar Zarrías, que también se llamaba así. Turrión se alojaba en la pensión de "Casa Luísa" (hoy desaparecida, estaba situada en un edificio que se mantiene en pie en las proximidades de O Regueiro) y fue allí donde Genito le conoció. "Era un hombre alto y fuerte, y como todos los madrileños que por aquella época venían a A Illa tenía para nosotros un aura de respetabilidad", recuerda.
Turrión y Zarrías eran dos históricos del PSOE, y coincidieron en A Illa con otro de los pesos pesados de este partido que se quedaron en España tras la Guerra Civil, Manuel Murillo. Éste era un médico extremeño que trabajó en A Illa tras ser desterrado, y dejó un recuerdo tan grato en la población que le dedicaron una calle en el entorno de la iglesia, donde tenía su casa.
Algunos de estos históricos del PSOE se enfrentarían décadas después a Felipe González y Alfonso Guerra en el congreso de Suresnes porque estos exigían que el PSOE abandonase el marxismo, en contra de la opinión de los que habían sufrido en silencio durante la larga dictadura. De eso se acaban de cumplir ahora 40 años, y el sobrino nieto de Manuel Turrión se pone de nuevo a la izquierda del Partido Socialista.
