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La misteriosa desaparición de 16 causas en Cambados

Los hechos fueron denunciados por un periódico pontevedrés, "El grito del Pueblo", que incidía en la irresponsabilidad del juez

Actual sede del partido judicial de Cambados. // Noé Parga

La villa de Cambados tuvo la suerte de que durante muchísimos años fue la sede de los organismos más odiados por los habitantes de la comarca de O Salnés: el juzgado, la notaría, el registro de la propiedad y la cárcel del partido.

Ello suponía para Cambados una fuente de ingresos por las muchas personas que diariamente acudían al mismo para solucionar sus problemas legales, al ser la cabecera judicial.

Por el contrario, uno de los periodistas más importantes que ha tenido España, Julio Camba, y desde luego el más relevante literato del siglo XX, Ramón del Valle-Inclán, arreciaba sus más encendidas críticas sobre estos organismos que en su opinión eran los que más terror provocaban al pueblo llano.

Al fin y al cabo, siempre que acudían a ellos tenían asegurado el desembolso económico, lo cual no era muy alentador que digamos.

Respuestas

Así estaban las cosas, cuando en el año 1901 surge en la ciudad de Pontevedra un nuevo periódico que hoy podríamos encuadrar a la izquierda del poder. Su nombre lo decía todo, "El grito del pueblo", y para más aclaración de su postura se subtitulaba "Bisemanario republicano".

Desde su sede en la calle de Michelena arremetía contra el poder provincial y los tentáculos del mismo, y hacía con cierta frecuencia comentarios de tipo político sobre la cabeza del partido de O Salnés, o sea de Cambados y sus instituciones.

Al igual que ocurre hoy, alguien le fue con el cuento de lo que había sucedido en el juzgado de la villa y le faltó tiempo para publicar una noticia sensacional: "En el juzgado de Cambados. Causas desaparecidas".

Se iniciaba la noticia diciendo que "es el tema de las conversaciones entre la gente togada lo que ha sucedido en el Juzgado de Cambados, y que a toda prisa se quiere tapar como si no hubiese que exigir responsabilidades y como si fuese la cosa más natural que de un juzgado desapareciesen catorce o dieciséis sumarios".

Aclaraba el periodista que "aunque parezca gorda la noticia, es lo cierto que a estas fechas se sabe que del Juzgado de Cambados, han desparecido dieciséis causas sin que se sepa donde están ni porqué desaparecieron", se añadía en el texto informativo.

La gente hacía sus conjeturas sobre determinados personajes, que debieron ser bastante conocidos, ya que "El grito del pueblo" destacaba que "los comentarios de tan misterioso hecho trituran de tal manera nombres y honras, que no nos atrevemos a darle crédito por la gravedad que encierran y porque es de suponer que se formará el oportuno expediente para averiguar si es cierto que anejos a la desaparición de esas causas va la comisión de delitos para los que el Código ha previsto penas".

Al periódico le extrañaba que fuese el mismo juez que en principio pudiera tener cierta responsabilidad en los hechos el que estaba investigando los mismos.

Responsabilidad

Por ello decía que, "pero si de todo eso que se dice y que se murmura no hacemos mérito porque jamás acogemos sin los debidos comprobantes versiones que pongan en entredicho a personas que necesitan el prestigio de toda persona honrada para llevar con dignidad sus deberes, no hemos de pasar en silencio el que por el mismo juez durante cuyas funciones sucedió el hecho, se esté tramitando una causa de responsabilidad sobre esos sucesos en los que muy bien pudiera caberle alguna, cuanto menos por una negligencia inexplicable".

Investigación

Es sobre esta investigación del juez sobre la que el periódico descargó toda su ira al decir que "eso no se ha visto jamás, ni el procedimiento autoriza tal atrocidad ni siquiera el decoro, porque en estas cuestiones no basta ser honrado, hay que parecerlo, y es de sentido común que aquel que pudiera ser parte en un asunto sea a la vez juez del mismo, como está aconteciendo en este escandaloso asunto judicial, en donde naturalmente, el primero en declarar sobre la desaparición misteriosa de esas causas, tiene que ser el juez que tenía jurisdicción en el día o días en que fueron hurtadas, robadas o desaparecidas por artes de encantamiento las tan repetidas causas".

Correcciones disciplinarias

Metía además el dedo en la llaga al asegurar que "el citado juez ha sido varias veces corregido disciplinariamente por la superioridad", por lo que el periodista aventuraba que "suben los motivos que existen aparte de los legales, para que no se entienda ni se pueda entender en la pieza que se forme para depurar responsabilidades".

Apostillaba que "es necesario que se sepa porque han desaparecido esas causas ya que no lo explican satisfactoriamente en parte alguna, y que se exijan las responsabilidades a que hubiere lugar". Apelaba por ello al "señor ministro de Gracia y Justicia" ya que en su opinión se estaba tratando de quitar importancia al asunto, "sin duda para que no se diga que las leyes a todos obligan".

Explicaciones

Terminaba el artículo diciendo que "es mucho lo que se dice, pero es mucho más lo que se supone" que ocurrió.

Por ello instaba al ministro del ramo a que tanto por el buen parecer de sus subordinados como "por la fama que han de estar rodeados los que administren las leyes, y por la respetabilidad que han de estar rodeados los que administren las leyes, y por la respetabilidad de cosa tan augusta como la Justicia, es indispensable que sin pérdida de tiempo se incoe el oportuno expediente sin contemplación de ningún género, y se haga caer todo el peso de la ley sobre los que tan escandalosamente la burlaron".

Contado todo el escándalo, conviene recordar que el asunto nunca ha tenido una solución conocida para el pueblo. Al menos se desconoce que el citado periódico pontevedrés haya dado continuidad al escándalo ocurrido en los juzgados cambadeses a principios del pasado siglo.

También es de subrayar que en la información publicada no se cuenta con la versión del juez aludido, por lo que nunca se llegó a saber públicamente si se resolvió el expediente o siquiera aparecieron aquellos procedimientos.

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