Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las exoperarias de Charpo tratan de impulsar la subasta de tres fincas de los Charlín en O Grove

Las trabajadoras siguen aguardando por 300.000 euros que se les adeudan desde hace 25 años

Reunión de exoperarias de Charpo. // Iñaki Abella

Tras la fallida subasta de un bajo comercial en Madrid, las exoperarias de la antigua factoría de Charpo han solicitado a la Audiencia Nacional que se proceda a la subasta de tres parcelas que la familia Charlín tiene intervenidas en el municipio de O Grove. Las fincas, de considerables dimensiones (una de ellas supera los 10.000 metros cuadrados) se encuentran ubicadas en las proximidades de la costa, por lo que no pueden ser destinadas a construcción de vivienda, apuntan las exoperarias, pero si a albergar una depuradora o un camping.

Las exoperarias tienen pendiente de cobro todavía 300.000 euros, pese a que han transcurrido casi 25 años desde que los administradores concursales decidieron cerrar las puertas de la empresa que había sido intervenida a la familia Charlín. Precisamente, las mujeres no ocultan el malestar que tienen con los administradores concursales que, durante todos estos años, "siempre nos han puesto trabas a reclamar lo que es nuestro, por eso estamos barajando la posibilidad de presentar una denuncia contra ellos".

Esa denuncia se fundamenta en el incumplimiento de un acuerdo entre ambas partes por el cual, si la subasta del bajo de Madrid o cualquier otra propiedad por la que se puje no alcanzaban los casi 300.000 euros que se les adeudan, sería la Agencia Tributaria la que pondría la diferencia.

"El compromiso fue ante el juez y ante 30 mujeres, todas escuchamos lo mismo, pero no figura en el acta, por eso estamos estudiando presentar una denuncia por no haberlo incluido", explica una de las portavoces. También las trabajadoras tenían la esperanza de que el dinero por la adquisición del antiguo cocedero de Charpo por parte del Concello de Vilanova sirviese para saldar su deuda, pero no fue así.

Lamentan las trabajadoras que "a nosotros se nos exijan todo tipo de requisitos y, sin embargo, la administración actúe con total impunidad, incluso haciendo lo que les da la gana". Pese a ello, desde el grupo de antiguas trabajadoras de la empresa de la familia Charlín se advierte de que "llevamos 25 años peleando por lo que consideramos que es nuestro, después de tanto tiempo, no nos importa seguir peleando unos años más". En lo que respecta al bajo de Madrid, las mujeres tuvieron la oportunidad de pujar por él para revenderlo posteriormente, una alternativa que se descartó tras una visita al lugar que les permitió comprobar que "la tasación con la que salía a subasta era altísima y nadie iba a interesarse por él".

Al renunciar ellas al bajo, lo más probable "es que se lo devuelvan a los Charlín antes de volver a ser intervenido por la Audiencia Nacional debido a las multas que todavía penden sobre ellos", explican.

¿Más acreedores?

Una de las cuestiones que las exoperarias quieren que se les aclare por parte de la administración concursal es si existen más acreedores además del grupo que 70 personas que conforman ellas.

"Nos estamos encontrando con muchas excusas para que no se nos liquide la deuda, y una de las últimas que ha surgido ha sido esta; desde la administración concursal se nos dice que no somos los únicos acreedores que existen, pero los datos que se nos facilitan de la Seguridad Social dicen lo contrario, que nadie reclama dinero de Charpo en estos momentos", señalaba ayer una portavoz de las trabajadoras.

Compartir el artículo

stats