El acceso oeste a San Vicente de O Grove, o lo que es lo mismo, la carretera que avanza paralela a la costa desde el istmo de A Lanzada hacia el puerto y las urbanizaciones de Pedras Negras, se hunde por momentos.

Ayer se abrió un socavón de considerables dimensiones, aproximadamente 50 centímetros de diámetro. Dicho así puede no parecer gran cosa, pero es que al observarlo de cerca se ve que el agujero continúa por debajo de la carretera, es decir, no hay nada que sujete el asfalto porque se ha formado una especie de cueva que hace temer que la plataforma de rodadura pueda hundirse en cualquier momento.

Ni que decir tiene que la carretera que une ambos puntos turísticos del Concello de O Grove puede cerrarse en su totalidad en caso de que exista riesgo extremo, y para determinarlo va a ser fundamental tanto el informe que hoy emitan los técnicos de la Consellería de Infraestructuras -cuando supervisen la zona en detalle- como los partes que puedan emitir los voluntarios de Protección Civil, que se encargan de vigilar la zona permanentemente para dar la voz de alerta en caso de observar la menor alteración del firme.

Parece que el hueco sin tierra, piedra ni consistencia de ningún tipo que se ha formado bajo la plataforma de rodadura puede alcanzar los dos metros. Esto quiere decir que si pasa un camión, un autobús o cualquier tipo de vehículo pesado puede hundirse irremediablemente. El problema es que ayer, cuando a primera hora de la tarde se detectó el agujero, no podía determinarse con exactitud el alcance de esa especie de caverna subterránea.

Lo que sí se sabe es que la tierra desaparecida se encontró a unos metros, arrastrada por las corrientes subterráneas que presumiblemente se habrían formado con las escorrentías del invierno.

Lo primero que se hizo tras detectar el socavón que desató la alarma fue colocar conos y señales advirtiendo del peligro. Más tarde se pusieron señales de obra y limitación de velocidad para regular la circulación, que hasta entonces estaba siendo controlada por Protección Civil y la Guardia Civil. Al cierre de esta edición continuaba la incertidumbre, pero las fuentes consultadas vaticinaban que "reparar ese tramo de carretera va a prolongarse durante semanas, o puede que meses, ya que el agujero parece enorme".

Esta circunstancia puede causar enormes trastornos, tanto durante el caluroso fin de semana que comienza hoy como en verano, ya que se trata de una zona masificada y se espera a partir de ahora a decenas de miles de vehículos. No cabe duda de que las restricciones introducidas, y sobre todo la posibilidad de que se corte definitivamente la carretera para repararla causan enorme preocupación en el Concello de O Grove.