Al grupo municipal cambadés del BNG no le ha sentado bien que el Concello haya reclamado la ayuda de colectivos vecinales para ayudar a mantener y gestionar la red municipal de museos. Su portavoz, Víctor Caamaño, considera que ésta "siempre ha estado vacía de contenido real" pero que, por el contrario, "ha salido muy cara a las arcas del Ayuntamiento". Por parte del grupo que encabeza, el nacionalista incide en que "llevamos diez años oponiéndonos a esta red de museos, que se han convertido en instalaciones, chiringuitos, sin el más mínimo atractivo".

Para Caamaño, este entramado de espacios culturales fue puesto en marcha por el anterior alcalde, José Manuel Cores Tourís, y continuado por el actual, Luis Aragunde, para, entre otros propósitos, "obtener alguna subvención que pudiera dar una oportunidad laboral a algún nuevo enchufado del Partido Popular. La política del gobierno local ha sido cortoplacista". El problema ha llegado ahora, considera, "cuando se acabaron las subvenciones y las ayudas públicas, como ha sucedido para otras cosas, como la sanidad, la educación o la dependencia".

"La verdadera raíz de este problema", incide Víctor Caamaño, "es la falta de un claro proyecto político del PP para nuestro municipio, reduciéndose éste exclusivamente a la presentación de las nuevas obras como único argumento para cada campaña electoral".

El grupo nacionalista admite que "la red de museos es económicamente inviable" y cree que "el Concello está buscando mano de obra gratuita para seguir presentando un servicio carente de interés y esperando que los nuevos responsables de su apertura y cierre le aporten el atractivo que ni el concejal de Cultura ni el alcalde tuvieron el interés o la capacidad de aportarle".

Caamaño también se acuerda de proyectos en ejecución como la compuerta del Saco de Fefiñáns o las "Pousadas do Salnés", con los que su grupo discrepa abiertamente.