Os Pendellos de Agolada se llenaron de vida durante el fin de semana gracias al II Encontro Corazón da Artesanía. Mientras en uno de los pendellos preparaban seda y papel para un taller con niños, en otro una veintena de personas asistían a una cata de queso. A la vez, sonaban cinceles y martillos que no paraban de trabajar la piedra o la hojalata. Los aromas de casi treinta puestos de productos gastronómicos inundaban el aire, y manos expertas trabajaban en el torno, haciendo nudos en una red o preparando el cuero para calzado.

Tradición y modernidad se daban la mano en este encuentro, donde no faltaban característicos collares, pulseras y demás objetos de conchas elaborados en O Grove y vendidos tanto en su puerto como en la emblemática isla de A Toxa.

Así lo destacaba el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde. "Con vuestras manos y vuestros valores moldeáis una Galicia que conecta su pasado con su porvenir", dijo a los artesanos durante la inauguración. Junto a él estaban, entre otras autoridades, la directora de la Axencia de Turismo, Nava Castro, y el secretario xeral do Mar, Juan Carlos Maneiro. Los objetivos de la Xunta respaldando este encuentro fueron la mejora de la comercialización y la potenciación del talento para que "Galicia siga siendo un referente europeo de la artesanía".

En Os pendellos se desarrollaba una actividad ferviente bajo un sol de justicia, lo que en cierto modo anunciaba desde un principio que la afluencia de público iba a ser baja. Ramón Laia, zapatero de Melide que trabaja sandalias, zapatos o botines de cuero desde hace veinte años, afirmaba que la situación actual del calzado artesanal es precaria, "estamos en crisis para todo". Compartió pendello con Elena Ferro, zoqueira de la parroquia cruceña de Merza, y contaba, mientras introducía las tiras en una sandalia, que trabaja tanto en stock como por encarga. Acudió a "Corazón da Artesanía" para "mostrar lo que son los oficios artesanales gallegos".

María Jesús, una redeira de la asociación de Corme Illa da Estrela, reconocía que el trabajo en las artes de pesca no abunda actualmente. Por eso las redeiras han empezado a hacer complementos como bolsos, fulares y pulseras de macramé. En la asociación se volcaron en hacer cursos y en reciclarse e "innovar", y empezaron hace unos meses a visitar ferias. Dijeron estar muy contentas en Agolada, pese al calor.

Uno de los platos fuertes del encuentro fue la exposición de instrumentos tradicionales de la colección Pablo Carpintero, comisariada por Manuel González (presidente de la Asociación Galega de Artesáns), que pudo verse en un pendello totalmente ocupado por panderetas que colgaban del techo y las paredes. Cosme trabaja en el taller Sanín de percusión tradicional desde hace un año, aunque ya había estado hace cinco trabajando en otro, de instrumentos tradicionales. Asegura que las ventas van bien, "no se nota tanto la crisis". Quien quiere comprar un instrumento, prefiere comprarlo bueno. Ve las ferias, sobre todo, como "una oportunidad de construir una imagen ante los clientes, que puedan ver el material con el que trabajamos".

A Montse Betanzos, el oficio de collareira le viene de tradición familiar. Llevan haciendo collares de conchas desde siempre en O Grove, y ella "lo heredó". Afirma que las ventas son muy justas "porque estamos en la época que estamos, y eso nos afecta a todos, a la artesanía más". Durante el invierno elabora las piezas para poder venderlas durante la época estival. Es su primera vez en un encuentro como éste, pero acudió a Agolada "con ilusión".

Este Encontro de Artesanía de Agolada sirvió para ver cuatro buenos ejemplos de las alternativas que ofrece el rural más allá del trabajo en el campo. Todas ellas llevan nombre de mujer: la zoqueira de Merza, Elena Ferro; los patés de percebe que comercializa desde Baiona la firma Mar de Silleiro, con Susana González al frente; el centro de recuperación de la cultura popular de Castelo de Sobroso, representado por Ilda Amoedo; y la explotación ecológica Granxa Maruxa (en Monterroso), de Marta Álvarez.

En sus ponencias, estas cuatro emprendedoras dejaron claro el papel cada vez más relevante de la mujer en el mundo laboral.