Ya han pasado cuatro años desde que la maquinaria pesada tomó el río Ulla y empezó a construir las islas de tablestacas que, a la postre, sirvieron para levantar los grandes pilares del viaducto que, con una inversión de 105 millones de euros, debe unir las provincias de Pontevedra y A Coruña, entre los municipios de Catoira y Rianxo.

A pesar de la magnitud de estas obras, correspondientes al Eje Atlántico del Tren de Alta Velocidad (TAV), ahora que ya se procede a colocar la estructura metálica que sorteará el río a una altura de 60 metros puede decirse que "lo peor ha pasado ya" y que el riesgo de contaminación "es ahora menor que nunca".

Por eso constituye una muy buena noticia poder destacar que los trabajos realizados hasta ahora no han causado efectos significativos sobre el medio ambiente ni han provocado perjuicios extremos en los recursos económicos de la zona.

Al examinar el aspecto general del entorno, correspondiente a la desembocadura del Ulla en la ría y catalogado como Lugar de Interés Comunitario (LIC), cabe concluir que las millonarias y complejas obras ejecutadas por Fomento no han interferido de manera notable en los bancos marisqueros ni en las poblaciones pesqueras del río Ulla y la ría de Arousa.

Si además se consulta a pescadores, mariscadores y vecinos, puede determinarse no solo que el río y la ría pasaron lo peor, sino también que, a pesar del nuevo impacto visual, la laguna de Pedras Miúdas parece igualmente a salvo.

Hay que recordar que el viaducto del TAV arranca prácticamente a la altura de la laguna catoirense de Pedras Miúdas, en la parroquia de Abalo y terrenos propiedad de los comuneros. Esta estructura nace para "volar" sobre el Ulla hasta llegar a la parroquia rianxeira de Isorna, y está considerada, desde que solo era un proyecto y montón de planos, como una obra "singular y de especial relevancia en la que deben afrontarse soluciones que minimicen el impacto sobre el cauce fluvial y consigan una adecuada inserción paisajística con el entorno".

Así lo indicaba hace ya un lustro el Ministerio de Fomento, donde presentaban infinidad de informes y estudios que aludían a un muy reducido impacto medioambiental.

Incluso el Instituto Español de Oceanografía concluyó que "el proyecto no afecta sustancialmente al medio".

Hablar de afección cero es inviable, puesto que los efectos son siempre inevitables, por insignificantes que resulten. Por este motivo el Ministerio de Fomento se propuso construir el puente sin castigar en exceso el entorno, y a juzgar por el aspecto del mismo y las valoraciones de los técnicos consultados, parece haberlo logrado.

Baltasar Rodríguez

Baltasar Rodríguez, el patrón mayor de la cofradía de pescadores de Rianxo, cuyos socios saben de la importancia que tienen para su futuro y sus familias tanto el río Ulla como los bancos marisqueros de Os Lombos, confirma la "ausencia total de problemas".

El rianxeiro sabe que "nadie puede garantizar que no vaya a pasar nada, pues puede caer un camión al río lleno de hormigón o bidones de aceite y ya tenemos un problema". Pero lo cierto es que "hasta ahora los trabajos han avanzado sin presentar problemas o alteración alguna, y eso es de agradecer".

El patrón mayor asegura que las medidas correctoras aplicadas han dado sus frutos, y de manera inesperada añade que "no solo no parece haber existido problema alguno para el marisqueo, sino que los pescadores deportivos se lo están pasando en grande".

Preguntado sobre los motivos de tal argumentación, relata que "están pescando en el río peces en abundancia, y además de gran tamaño". Sin perder el hilo de esta reflexión, Baltasar Rodríguez sostiene que "hay peces fuera de serie, incluso en ese tramo de obras, y la prueba es que es están pescando doradas de más de un kilo y medio de peso, junto a infinidad de caballas".

El patrón mayor de Rianxo termina insistiendo en que "cualquier cosa puede ocurrir aún, pero por ahora estamos satisfechos con la evolución de estas obras durante los últimos cuatro años".

Así pues, los turbidímetros instalados en el río, las barreras anticontaminación desplegadas, las protecciones perimetrales con las que se dotó a las islas de tablestacas y otras muchas acciones de carácter preventivo o corrector parecen haber cumplido el objetivo de proteger este espacio natural y productivo tan importante.

Algo parecido puede decirse respecto a la laguna de Pedras Miudas, pues también se adoptaron medidas que, según confirmaban los comuneros no hace mucho, parecen haber dado los mismos buenos resultados.

Es bien cierto que el entorno de dicha laguna ha cambiado, y podría decirse incluso que se ha visto "afeado". Pero también lo es que los daños podrían haber sido mucho mayores si desde el principio no se hubieran tomado las medidas de protección necesarias y no se comprometiera la regeneración integral de todo el espacio natural que rodea a esta gran charca de la parroquia de Abalo.

Advertencias iniciales

No está de más recordar, para entender mejor la importancia que se ha dado a la preservación de este ecosistema marítimo-fluvial, que cuando el Ministerio de Fomento cuando sacó a licitación las obras ya advirtió de que la estructura del viaducto debería levantarse prestando especial cuidado a la integración con el entorno, "buscando la transparencia y el equilibrio de formas y proporciones en consonancia con la suavidad del paisaje de las rías gallegas".

Por eso se proyectó un puente como el que ahora está ya en su fase final, con una distribución de las luces o espacio abierto entre pilares que "evita la afección a la vegetación de ribera, incluyéndose las medidas pertinentes para el control en todo momento de las aguas del río, al tiempo que se ha previsto la restauración paisajística del entorno, en especial del espacio natural de la laguna de Pedras Miúdas", advertía el ministerio antes de las obras.

Módulos de 15 metros

Y por este motivo se proyectó un método constructivo "que minimizara la afección sobre el río", consistente en sujetar el tablero o plataforma de circulación del TAV "previa construcción de isletas provisionales con escollera y tablestacas, realizándose el montaje mediante el izado de módulos de 15 metros, con apoyo en pilas provisionales en los tramos laterales y mediante el transporte en pontonas hasta las isletas y el izado posterior en los tramos centrales".

El último túnel de la provincia de Pontevedra - El de la foto es el último túnel del TAV en la provincia de Pontevedra, o el primero, según cuál sea el sentido de circulación. Se sitúa al lado de la laguna de Pedras Miúdas -no se aprecia en la foto porque está detrás-, y cuando las vías ya estén operativas los trenes del Eje Atlántico que avancen desde Vigo o Vilagarcía hacia Santiago saldrán de ese agujero acondicionado en los montes catoirenses de Abalo para introducirse inmediatamente en el viaducto interprovincial que va a cruzar sobre el río Ulla. Y tras ese puente está ya el túnel de Rianxo (A Coruña).

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