Las tres propietarias del Café Tribunal de Cambados todavía no se creen lo que les sucedió el pasado lunes, cuando al abrir el negocio descubrieron que los ladrones se habían llevado objetos y dinero en efectivo por valor de unos 5.000 euros. Afirman no sospechar de nadie, pero la Guardia Civil, cuyo cuartel se halla a escasos metros del negocio, apunta a que se puede tratar de una banda bien organizada que actuó con rapidez y precisión.

"La gente nos dice que en Cambados solo faltaba que nos entrasen a nosotros", comenta Maricarmen Castro, una de las dueñas del establecimiento. "No tenemos ni idea de quién pudo ser, pero los agentes nos dijeron que no debieron ser vecinos de la zona, sino un grupo organizado. Por la forma en que dejaron cosas por el camino y por donde debieron marcharse, lo más seguro es que usasen un vehículo para escapar", relata.

Además, la intimidatoria presencia del cuartel de la Guardia Civil hace si cabe más extraño este suceso. "Pasan patrullas cada cinco minutos, por eso piensan que debieron actuar muy rápido y ser un grupo en el que cada uno sabía muy bien qué tenía que hacer una vez dentro del bar".

"Nunca pensé que pudieran atracarnos estando tan cerca del cuartel. Es algo surrealista. O los ladrones son unos valientes o son unos locos", opina la mujer.

Preocupaciones

Maricarmen Castro, que regenta este bar con sus hermanas Estefanía y Patricia, reconoce que tienen "miedo". Lo que pasó el lunes "demuestra que puede volver a sucedernos otra vez en cualquier momento. No estamos libres de que vuelvan a venir por aquí".

El temor es mayor dada la naturaleza del negocio, pues "abrimos en horario de siete de la mañana a nueve de la noche y cerramos los fines de semana". Esto se debe a que el Café Tribunal basa su clientela en el funcionariado de los también próximos juzgados de Cambados. además de los agentes de la Guardia Civil.

Los agentes del Instituto Armado apuntaron a las tres mujeres que su cafetería había sido objetivo de los cacos muy probablemente "porque tenemos máquina tragaperras", algo que, indica, está presuntamente en el punto de mira de un supuesto grupo organizado que atenta contra este tipo de negocios.

Para las dueñas del Café Tribunal esta es "la primera vez que nos pasa algo así", lo cual hace que la situación las haya dejado especialmente desconcertadas.

Futuro difícil

Maricarmen Castro cuantifica en unos "5.000 euros" la cantidad sustraída del interior del establecimiento, entre cuantías en metálico y objetos robados.

"Se llevaron cerca de 1.550 euros en tabaco, además de 350 euros de cambio de la máquina expendedora", narra. A esto hay que sumarle también "los 2.000 euros que cuesta la máquina registradora que se llevaron, que tenía poco dinero dentro".

Haberse quedado por la acción de los cacos sin este aparato indigna especialmente a Maricarmen Castro, pues "le dejo siempre puesta la llave por si acaso un día pasase algo así. Si van a llevarse algo, que se lleven lo de dentro, no la máquina", pues solo ella vale más que las cantidades que se puedan extraer de su interior.

El dinero que había en la tragaperras es un incógnita, pues la gestiona una empresa independiente, aunque la afectada considera que con todo lo perdido se alcanza la cifra anteriormente citada, la cual, "para un negocio familiar como el nuestro, es muy duro de asumir".

La cambadesa admite que "este robo nos aboca casi al cierre del bar. Tenemos que mirar qué hacemos ahora. A ver si seguimos adelante o no, porque normalmente sacamos lo justo para ir viviendo. Tenemos poco margen".

Ahora están en manos de la propia Guardia Civil y de la empresa aseguradora de la cafetería. "Como nunca nos había pasado algo así, todavía no sabemos qué vamos a recuperar de todo lo perdido. Espero que nos permita al menos arreglar la puerta y a ver qué pasa con la máquina expendedora de tabaco y la registradora".

Maricarmen, Estefanía y Patricia Castro tienen otro local en la villa del albariño y también temen por que algo como lo acontecido el lunes pueda sucederles allí también.

"Veremos qué podemos hacer para mejorar la seguridad en los dos negocios. Quizás tengamos que instalar una alarma sonora. Estando la Guardia Civil tan cerca puede ser suficiente con eso", piensa la afectada.

De momento, los agentes todavía no le han notificado ninguna novedad al respecto de su caso y las tres mujeres esperan mientras para saber quién fue el responsable del atraco y si van a poder recuperar al menos parte de lo sustraído.