La reciente aprobación inicial de la futura Ley de Costas, en la que se habla de reconocer los núcleos rurales gallegos que se encuentran afectados en la actualidad, no acaba de convencer a la Coordinadora de As Sinas, que teme que la nueva normativa no acabe de resolver sus problemas. Por este motivo, han remitido un escrito al Senado en el que se hace hincapié en lo que consideran "errores" en la redacción de la nueva normativa, y señalando que entra en contradicción con las disposiciones que a este efecto existen en la Comunidad Autónoma. Son dudas "razonables" que, a su entender, pueden acabar por impedir una legalización que llevan años esperando y que acabaría con las sanciones que están recibiendo viviendas por realizar reformas pese a estar asentadas en ese lugar desde mucho antes de la entrada en vigor de la Ley de Costas en 1988.

Uno de los principales problemas que encuentran en la redacción del documento es que para bajar la línea de afección de 100 a 20 metros, la nueva Ley apunta que es indispensable que los núcleos cumplan dos requisitos: que antes de 1988 se contase con los servicios básicos instalados (alcantarillado, agua, luz y acceso rodado) y que su superficie se encuentre edificada en un tercio. "La ley autonómica es mucho más flexible ya que solo contempla que se cumpla uno de estos supuestos, por lo que la diferencia es inmensa y puede perjudicarnos, ya que la forma de aplicarla permitiría legalizar As Sinas o no", explican desde la coordinadora. En este sentido, desde la entidad consideran que lo ideal debería ser reunir los mismos condicionantes que otros lugares considerados urbanos en 1988 o contar con todos los servicios en la actualidad. "Cae de cajón que las administraciones públicas no iban a estar dotando de los servicios necesarios (alcantarillado, luz, agua o acceso rodado) zonas como esta si no fuese necesario; no se lleva el alcantarillado a una finca".

Demostrar que se contaba con los servicios mínimos en 1988 en el litoral gallego es algo excesivamente complicado "incluso para zonas plenamente urbanas, en las que todavía hoy no existen, pero si las administraciones públicas los están dotando con ellos y no se les sanciona, significa que son necesarios". Insisten en que "no se trata de legalizar urbanizaciones construidas a golpe de talonario, sino de que viviendas que llevan en esas zonas desde hace muchas décadas no tengan que soportar la presión de Costas, lo que se solucionaría con la bajada del ámbito de protección de 100 a 20 metros".

La entidad, que agrupa a la mayor parte de los afectados que poseen vivienda o alguna parcela en la zona, reconoce que en la redacción de la Ley "existe buena fe y la intención es solventar un problema que no solo existe en As Sinas, sino en casi toda la costa gallega, pero muestra un importante desconocimiento e ignorancia de esta realidad, de la situación que se vive aquí".

El tratamiento que recibe la costa gallega en la nueva Ley es muy diferente al contemplado para el litoral levantino. Desde la coordinadora se hace hincapié en el hecho de que en el litoral mediterráneo se legalizan núcleos urbanos con nombre y apellido, alguno de los cuales se encuentra en dominio público, es decir, dentro de los seis metros de la línea de protección de Costas. En cambio, los terrenos de As Sinas son privados "y seguirán siendo privados pase lo que pase, pero en la Ley no se ha tenido la misma deferencia que con el Levante, imponiendo una serie de requisitos que es muy difícil que se puedan cumplir, o por lo menos eso es lo que nos parece", indican desde la coordinadora vilanovesa.

La coordinadora de As Sinas lleva desde 2004 tratando de conseguir que todo el entorno sea reconocido como suelo urbano o núcleo tradicional. Los problemas con los que se encuentran fueron llevados a un pleno de Vilanova, en el que todas las formaciones políticas apoyaron por unanimidad sus reivindicaciones, y el regidor, Gonzalo Durán, se comprometió a crear una comisión para analizar la Ley de Costas cuando recibiera el visto bueno definitivo en la que se decidiría si se presentan alegaciones a la misma o no.

El entorno de As Sinas era uno de los puntos naturales de crecimiento para el casco urbano vilanovés. Sin embargo, en la redacción de las Normas Subsidiarias vilanovesas en 1988 no se acabó incluyendo como zona urbana, un error que ahora se está pagando con creces, entienden desde la coordinadora, pero al que se le trata de buscar una solución un cuarto de siglo después.