La conselleira do Mar, Rosa Quintana, volvió a ejercer en Vilagarcía como peso pesado del PP gallego. En su segunda visita a la localidad en menos de 24 horas, esta vez para participar en un mitin desplegado en Vilaxoán, quiso dejar muy claro que su departamento hizo todo lo que pudo para defender a los bateeiros gallegos, a quienes recomienda que dejen de seguir a quienes los "engañaron".

Mordiéndose mucho la lengua, pues evidentemente hay reuniones a las que no puede referirse en público y conversaciones entre instituciones que por sus responsabilidades como conselleira no puede desvelar, Rosa Quintana aludió ayer a dirigentes mejilloneros que, con apoyo de la exconselleira de Pesca, trataron de imponer la Plataforma de Distribución del Mejillón Gallego (Pladimega).

Aquello, junto al funcionamiento de otras centrales de ventas, se considera un cártel del mejillón que provocó una sanción de 1,8 millones de euros que afecta a prácticamente el 90% de las bateas.

Por eso Quintana considera que los bateeiros tienen que analizar detenidamente todo lo sucedido "y darse cuenta de que algunos los llevaron por el camino equivocado, y muchos de ellos están ahora escondidos o tratan de culpar a otros de su irresponsable proceder".

Además, y dado que algunos como el presidente del Consello Regulador, Francisco Alcalde, insinúan que la Consellería do Mar no defendió al sector para evitar esa multa, Quintana insinúa que quizás sus gestiones evitaron que la sanción fuera mucho mayor, pues hay que recordar que inicialmente se manejaba la posibilidad que hubiera que pagar 10 millones de euros y no 1,8 millones.

Pero evitando profundizar en ello se limita a recalcar que "al margen de lo que puedan opinar ciertos dirigentes, el grueso del sector productor empieza a tener cada vez más claro quién está a su lado y quiénes trataron de engañarlos y manipularlos continuamente".

La titular de Mar incluso deja constancia de que fue ella y su equipo, participado por el director xeral Juan Carlos Maneiro y la directora de Intecmar, Covadonga Salgado –que también estuvo ayer en el mitin–, quien "animó" al grueso de los bateeiros a presentar alegaciones ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) para evitar la sanción o, al menos, reducirla.

"Y los animamos a personarse en el proceso porque nadie se había preocupado antes de ayudarlos", espeta Rosa Quintana, que dicho esto incide en que "nadie antes en este departamento ni en el conjunto de la Xunta actuó con tanta transparencia como nosotros lo hicimos, tanto en el asunto de la CNC como en lo relacionado con los nuevos métodos analíticos y en otros procesos que todo el mundo conoce".

Lo que sucede, insistía ayer en declaraciones efectuadas a FARO, es que "alguien llevó a los mejilloneros por el camino equivocado, por eso el único mensaje que se les puede lanzar ahora es que reaccionen y no se dejen guiar ni intimidar de nuevo por los mismos".

Lo que quiere decir Rosa Quintana es que "los productores gallegos deben elegir entre los que siempre quisieron dividir y enfrentar, buscando fantasmas donde no los hay, o los que preferimos apostar por un sector organizado, profesional y competitivo que sea una referencia en el mundo".