La Consellería de Medio Rural está trabajando en la elaboración de un documento que permita regularizar los usos y tránsitos en el islote Areoso, de A Illa de Arousa. Así se les comunicó en una reunión que mantuvo el titular de este gabinete, Samuel Juárez, con el alcalde de A Illa, Manuel Vázquez, y con el patrón mayor, Benigno Chaves, en el día de ayer.

Ambas instituciones plantearon a la Consellería la necesidad de habilitar una figura de protección para el islote, que regule todo lo que es el acceso de personas y embarcaciones, ya que el impacto que está sufriendo el complejo dunar es muy grave, especialmente durante el verano. La masiva presencia de turistas no sólo afecta a la situación medioambiental del islote, sino que también ha causado importantes daños en las concesiones que el pósito isleño posee en las inmediaciones, bancos marisqueros en los que trabajan gran parte del año y que les nutren de especies como almeja o navaja.

El compromiso de Medio Rural es que los técnicos de Conservación da Natureza diseñen un documento que evite las constantes invasiones que sufre el islote durante las jornadas de verano, donde incluso llegan a atracar algunos catamaranes con pasajeros. Además, las dunas, que poseen un importante valor ecológico y medioambiental, no se encuentran protegidas en la actualidad, algo que desde A Illa se lleva años reclamando.

Enclavado en pleno corazón de la ría de Arousa, el islote Areoso es una gran duna que emerge del agua y se ha convertido en destino habitual para cientos de embarcaciones de recreo durante el verano.

La Cofradía lleva años denunciando esta situación, ya que las hélices, los amarres y los varamientos de embarcaciones en la zona han dañado considerablemente gran parte de este banco marisquero natural, algo que no están dispuestos a consentir.

El islote está incluido dentro de la Red Natura 2000 y del convenio Ramsar, que no alcanzan a protegerlo lo suficiente, como se demuestra cada verano. Por este motivo, el Concello de A Illa llegó a plantear la posibilidad de incluir el islote dentro del Parque Nacional Illas Atlánticas. El objetivo de esta propuesta era limitar el número de visitantes como ocurre en Cortegada o en las islas Cíes, algo que garantizaría la pervivencia de las dunas y de su flora. La propuesta cayó en saco roto, pero desde el Concello entienden que es la única fórmula para evitar la degradación a la que está siendo sometido el islote desde hace años.

Además de las dunas, en el islote se han hallado restos prehistóricos, algunos de los cuales se encuentran en el Museo de Pontevedra. También en los años 80 se construyeron dos zulos que servían para ocultar el tabaco de contrabando a la presión de las fuerzas de seguridad.