Pescantinas de las plazas de abastos de Vilagarcía, O Grove y Cambados participaron ayer por la mañana en la concentración convocada por la Unión de Profesionales y Autónomos (UPTA) delante de la Consellería de Pesca en Santiago.

A la cita acudieron autónomos de toda Galicia que trabajan en la comercialización de productos frescos. Los datos aportados por la organización cifran en más de 300 las personas que se concentraron a las puertas de la Xunta.

Creen que la caída de un 25% de las ventas en las plazas de abastos de la comunidad no se debe solamente a la crisis económica generalizada, sino a otros factores "muy dependientes de las administraciones locales autonómicas", según la Upta.

Los comerciantes reivindican la anulación del artículo 8 del Decreto sobre carga, descarga e primeira venda e comercialización dos recursos mariños en fresco, que permite la venta en lonja de hasta tres quilos de productos frescos del mar a particulares, lo que consideran un grave perjuicio para el colectivo de pescantinas. Según la UPTA esta permisividad en el decreto no afecta sólo a la compra por parte de particulares sino que "supone una gran falta de control en el acceso a la compra de estos productos".

La organización considera que el problema no es que los consumidores compren directamente en las lonjas, sino que por esta permisividad, "hay quien hace acopio de productos para su posterior venta ilegal, sin contar con licencia para la comercialización". Se quejan de que las "obligaciones de los placeros en concepto de permisos no son pocas y periódicamente están sujetos a inspecciones por parte de las administraciones competentes", mientras que "las personas que venden ilegalmente no sufren inspecciones efectivas y esto responde a la facilidad con la que se compra en las lonjas gallegas."

Es por ello que otro de los motivos de la concentración delante de la Consellería era la solicitud de un registro de comercializadores y un carnet profesional que permita el control de las ventas, "evitando así la comercialización ilegal". Este carnet sería un requisito necesario para comprar en las lonjas y comercializar posteriormente el producto, "semejante al que ya poseen los vendedores ambulantes". Esta reivindicación forma parte de un paquete de medidas que la organización está pendiente de presentar a la administración en la lucha por la mejora de este colectivo autónomo, que según la Upta "se encuentra en clara desventaja respecto a otras formas de comercialización". Ya han presentado algunos documentos a este respecto, y dicen que la intención de la asociación es la de "dar alternativas y soluciones a los problemas del sector".

Eduardo Abad, secretario general de la Upta en Galicia, quiere destacar la "pasividad de las administraciones a la hora de tomar medidas que favorezcan al sector". Una de ellas sería la de apoyar el cambio generacional de las titularidades de las concesiones administrativas municipales en las plazas de abastos. Dice que esto no es responsabilidad del gobierno autonómico, sino de "cada ayuntamiento que cuenta con estos espacios comunes de comercio tradicionalmente ejercido por autónomos".