En Carril no es verano hasta que la asociación cultural Gato Negro celebra su tradicional romería. El buen tiempo permitió ayer que decenas de personas se reunieran en el conocido monte de San Roque con la finalidad de disfrutar de la mejor música y de la gastronomía más típica de la tierra. Los carrilexos llevan ya 16 años celebrando una romería que traspasa fronteras y que acerca hasta esta parroquia vilagarciana a curiosos llegados de distintos puntos de la comarca.

La lluvia, contemplada por los organizadores en un principio, no aguó las decenas de kilos de pulpo que se repartieron entre los asistentes, así como sardinas, empanadas y callos "a granel".

Jóvenes y veteranos reposaron la comida a la sombra y con la mirada puesta en los juegos de la tarde entre los que destacaron el ya tradicional Torneo da Chave y la Búsqueda del Tesoro que hizo sobre todo la delicia de los más pequeños de la casa.

Lo cierto es que, aparte del espíritu festivo, lo que predominó ayer entre todos los asistentes fue el compañerismo y las ganas de pasárselo bien. Carril, y sobre todo el Gato Negro, volvió a demostrar nuevamente que la unión es el principal secreto para que una buena romería se convierta en excelente.