La pérdida de población extranjera está contribuyendo a que los aumentos de población en Pontevedra sean ahora más bajos. El total de vecinos con pasaporte distinto al español se queda en el entorno de los 3.000. Son ahora prácticamente 800 menos que los que había en 2011, cuando la urbe alcanzó su máximo histórico con 3.809 inmigrantes.
La crisis y la falta de oportunidades locales o la mejoría económica de los países de origen están detrás de la dinámica agravada en el recién terminado año. Pese a la reducción de los últimos años, los vecinos que proceden de otros países son prácticamente tantos como los que había antes de que empezase la crisis. En 2006 el padrón municipal registraba 3.045 inmigrantes. A partir de ahí el número siguió aumentando hasta principios de la siguiente década pesar de que la crisis ya había comenzado.
El peso de la población extranjera sobre el total de la ciudad se encuentra por tanto en continuo descenso. Ahora supone apenas un 3,6 por ciento.
