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Antonio Touriño

El mirador de Lobeira

Antonio Touriño

Abanicos de colores

Ahora que queda vacante la cartera de Economía, sin duda el mejor candidato es César Pérez Ares cuya trayectoria como jefe territorial de Educación queda bien marcada en Vilagarcía, donde se han improvisado métodos de la Virgen del Puño para resolver problemas de la comunidad escolar.

Baste recordar la supresión de un tabique para ampliar el comedor de Carril, las dietas a base de arroz para los cátering de Vilagarcía, el uso compartido de los buses escolares o la eliminación de un plumazo de las "confortables" escuelas unitarias porque un curso no completa la matrícula.

Esta misma semana, oh sorpresa, a Pérez Ares le dio algo así como un arrebato y sin que "nadie se lo pidiera", cuando a él le dio la real gana, decidió soltarse la melena para regalar a los colegios de A Escardia y A Lomba 50.000 eurazos, (unos 5 euros por alumno) con el fin de sustituir 32 desvencejados ventanales del colegio de A Escardia e instalar media docena de toldos sombrilleros en A Lomba.

Genio y figura. Acaban de descubrir que la sombra refresca. A lo mejor también se les ocurre plantar algún árbol en el patio escolar o el método de la manguerita a media mañana.

Generosidad de la que estarán eternamente agradecidos pues los técnicos garantizan que con las sombrillas los niños ya no tendrán que sufrir los sofocantes calores del fin de curso cuando tienen que hacer exámenes a 30 grados centígrados.

Ojalá la solución que plantea Don Ares sea buena pues no hay derecho a que los alumnos tengan que padecer semejantes inclemencias del tiempo y calentones encerrados en un aula, si en la Delegación de Educación y demás edificios oficiales aclimatan al gusto su espacio laboral.

Con todo, bienvenida sea la idea, que lo de las ventanas oscilobatientes suena a gloria bendita pues al menos permite que el aire se convierta en viento. Y eso ayuda a respirar.

Pero quizás no estaría mal que Educación financie un curso de papiroflexia en el que se enseñe a doblar un pliego de papel tantas veces como sea posible de modo que se convierta en abanico, la mejor fórmula para combatir el exceso de calor si se trata de exponer todos los problemas en términos económicos. Y si es de colores, mejor.

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