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Joaquín Rábago.

¿Google desde la cuna?

El gigante de internet Google lleva a cabo una agresiva campaña en las escuelas estadounidenses para, según sospechan sus críticos, atraer desde pequeños a sus potenciales clientes de mañana.

El grupo estadounidense lleva años tratando de ganarse a los maestros de aquel país, invitándolos a fiestas y a participar en programas en la red tanto entre ellos como con sus alumnos.

Segùn el diario alemán "Süddeutsche Zeitung", que ha investigado el tema, en Estados Unidos se han creado más de sesenta grupos de ese tipo, y ahora se pretende hacer algo parecido en Europa.

De esa forma, Google busca fidelizar a miles de escolares, que se pondrán siempre de parte de la empresa frente a sus posibles críticos y harán además publicidad gratis de sus servicios.

La combinación de ordenadores portátiles de Google con el paquete de software G Suite for Education facilita la tarea al personal docente.

Los escolares escriben sus textos con el programa Docs, hacen luego sus presentaciones en Slides (diapositivas) e intercambian archivos mediante Drives, escribe el diario muniqués.

Al mismo tiempo utilizarán el correo electrónico gmail para comunicarse entre ellos, harán sus búsquedas en Google y recurrirán, si quieren viajar a algún sitio, el software de navegación Google Maps. Todo queda pues en casa.

En Estados Unidos son más de 30 millones los niños que utilizan bien en la escuela, bien en sus hogares algún programa del paquete educativo de Google.

Su penetración en países como el nuestro será ahora mucho más fácil con la creación de centros bilingües, que, como critica un buen amigo, filólogo y políglota, son en realidad en la mayoría de los casos "centros de inglés obligatorio" porque no se enseña en otras lenguas modernas.

Debido a los recortes en la financiación, muchas escuelas reciben agradecidas ese tipo de ayuda tecnológica, pero muchos se preguntan si con ello se vende el alma al diablo.

"Cuando alguien está dispuesto a entregar un material a un precio que no cubre ni los costos de producción y al mismo tiempo se niega a dar información sobre su funcionamiento, hay que desconfiar", señala Bill Fitzgerald, director de protección de datos de la ONG Common Sense.

Douglas Levin, director a su vez de la empresa Tech Strategies, citado también por el "Süddeutsche Zeitung", cree que está clara "la estrategia que persigue Google: acostumbrar a alumnos y profesores a los programas y plataformas de Google y convertirlos en rehenes de los mismos".

Google es una empresa que se financia en cerca de un 90% con la publicidad y que busca conocer el perfil exacto de sus usuarios sin que acepte revelar qué tipo de datos personales recoge, qué hace con ellos y por cuánto tiempo los guarda.

Pero hay más, y es que la enseñanza casi exclusivamente tecnológica que es la que interesa a Google formará a individuos que serán muy hábiles a la hora de encontrar lo que necesitan con un clic o simplemente de programar, pero que difícilmente se van a caracterizar por su espíritu rebelde y crítico. ¿Y no es eso en realidad lo que se busca?

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